Mentes Cauterizadas

“(…) por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia (…)”
1 Timoteo 4:2

Ahora es aún más fácil comprender por qué la predicación y los consejos no alcanzaron a aquellos que abandonaron la fe: sus conciencias ya estaban cauterizadas por la iniquidad.

La iniquidad sería ese hierro candente que cauteriza y retira la habilidad de la persona de siquiera oír la Palabra de Dios o un consejo espiritual.

Cuando una persona cae en pecado, pero no a causa de la iniquidad, como fue el caso del rey David, entonces hay esperanza.

Cuando una persona cae a causa de la iniquidad, como ocurrió con el rey Saúl, ya no hay qué hacer.

Extraído del blog del obispo Edir Macedo

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