Meditación del libro de Cantares: No se compare con los demás

«Soy morena pero preciosa, oh, hijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar, como las cortinas de Salomón» (Cantares 1:5).

Ahora ella habla con las demás mujeres, un típico comportamiento femenino de creer que está en una competencia constante de Miss __________ (llene el espacio: vecina, obrera, hermana, prima, alumna, iglesia, esposa de pastor, celebridad).

Ella cree que el color de su piel desmerece entre las demás mujeres y, por eso, dice:  Soy morena pero preciosa.

La pregunta es: ¿qué es lo que a sus ojos le disminuye ante el Señor Jesús cuando está entre otras mujeres como usted? ¿Su timidez? ¿Su dificultad para expresarse? ¿Su tiempo de obra o de cristianismo? ¿Su inmadurez? ¿Su color de piel? ¿Su falta de escolaridad? ¿Su edad? ¿Su pasado?

Sea lo que sea, sepa que eso no importa para Él. Y si realmente quiere agradarlo, no viva constantemente comparándose con los demás.

Nuestro Novio no nos ve como los hombres (o las mujeres) de este mundo. Él no nos compara. Por el contrario, Él sabe cuántos hilos de cabello cada una de nosotras, sus novias, tenemos en la cabeza (Lucas 12:7). Es decir, somos únicas a Sus ojos.

Por Cristiane Cardoso