Logra lo extraordinario en tu vida amorosa

Muchas personas buscan la transformación de sus vidas amorosas, pero infelizmente, pocas lo logran de verdad.

Esto es porque, aunque sueñan con ese cambio completo, con algo extraordinario, solo algunas están dispuestas a tomar actitudes en la misma proporción. ¿Qué quiere decir eso? Todas las veces que Dios realizó lo extraordinario en la vida de alguien, también fue necesario una actitud excepcional, es decir, algo que a los ojos de los demás parecía absurdo.

Abraham solo se convirtió en el padre de muchas naciones porque obedeció la voz de Dios sin cuestionar. Sin hablar de la fe y de la confianza extraordinaria que demostró cuando, en obediencia a Dios, decidió sacrificar al propio hijo porque en su interior creía que Dios lo resucitaría.

Tantos acontecimientos extraordinarios solo fueron posibles mediante la obediencia tanto de grandes héroes de la fe como de personas comunes que manifestaron una fe inusual, sobrenatural. Son muchos los milagros extraordinarios, sin embargo, todos estos solo fueron posibles porque hubo la manifestación de la fe y de la obediencia de alguien.

De ahí podemos concluir que lo que les falta a muchas personas para alcanzar esa transformación que tanto desean es esa calidad de fe.

Tal vez, eso sea lo que te falta para que tu matrimonio también sea transformado, para que seas feliz y realizado en la vida amorosa: si es necesario, te falta valor y osadía para hacerle frente a familiares, amigos y, sobre todo, a ti mismo para obedecer la dirección de Dios, el Único capaz de transformar tu vida amorosa del agua al vino.

Recibieron una palabra de amorque los hizo reaccionar

Ángel

“Por mi mal carácter, tenía muchos problemas con mi esposa y en mi trabajo. En cada lugar que iba, la poca paciencia y la agresividad me caracterizaban.

Afortunadamente, seguí los consejos que me dieron en la Terapia del Amor y al darme cuenta que quien estaba mal era yo, quise cambiar. No fue fácil, tuve que esforzarme mucho, pero con paciencia vi un cambio en mi forma de ser, por fin tuve paz y tranquilidad.

Aquí me enseñaron que quien ama da, no solo recibe, lo entendí y trasladé esa enseñanza no solo a mi matrimonio, sino a todas las áreas de mi vida”.

Rosa

“Eran tan fuertes los problemas que tenía con mi mamá que llegamos a los golpes. Al verme en esa situación, caí en depresión y los pensamientos de muerte me inundaban. Con las personas aparentaba estar bien; sola, sentía un gran vacío que intentaba llenar con vicios. Rencor, resentimiento y rechazo era lo que sentía por mis padres.

En la Terapia del Amor, me olvidé de los sentimientos negativos contra ellos al curar mis heridas, he aprendido de mis equivocaciones y ahora soy más cautelosa. Aprendí a valorarme y a ser una mejor persona”.

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