¿Lo que usted dice habla a su respecto?
La Biblia aconseja que cada mujer mida sus propias palabras para descubrir quién es de verdad. Por eso, un pequeño chisme y un comentario maliciosamente innecesario dicen mucho más sobre usted de lo que usted puede imaginar.
¿Qué tiene que decir de alguien que se la pasa todo el tiempo cuidando la vida de los demás y propagando comentarios sin al menos preguntar si son ciertos?
Seguramente no es el tipo de amiga que queremos en nuestra casa para tomar un café, aunque muchas mujeres se comporten exactamente de esta forma: escuchan lo que no deberían escuchar y comparten información confidencial, por ejemplo. Hay quien cree que ese comportamiento solo sea un desliz y, entonces, no dimensiona el peso que tienen esas palabras. Por eso, dice lo que quiere sin considerar las consecuencias o dice algo que, sin querer, ofende a otra persona.
Alguien que maneja superficialmente lo que dice, probablemente, mantiene su condición espiritual de la misma manera: de forma poco profunda. Eso fue lo que Jesús les quiso mostrar a los fariseos —el grupo de religiosos que les gustaba hablar, pero tenían mucho qué aprender. Ellos aparentaban ser lo que no eran. “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas” (Mateo 12:34-35).
Para la escritora Cristiane Cardoso, el cuestionamiento de Jesús también es oportuno actualmente y ella lo refuerza diciendo: “¿Cómo puede decir cosas buenas siendo mala o cómo puede decir cosas malas siendo buena? Jesús está hablando que cuando usted es bueno no puede decir lo malo. Ahí está la raíz del problema”.
¿Qué hacer?
Lo correcto es evaluar lo que hay dentro de usted. La escritora explica que el corazón es como un baúl del alma y todo lo que los ojos ven y los oídos oyen se guarda en él. “Si a usted le gusta ver novelas, películas de terror, series que tienen muchas groserías, sexo, pelea de parejas, mujeres criticando a otras mujeres, si tienen mucha vanidad y mucho orgullo, usted está alimentando ese baúl con todo eso”, dijo Cristiane.
Por otro lado, ella aclara que “si usted es una persona que siempre está hablando del Espíritu Santo, de Sus virtudes, de cómo agradarlo, de cómo ayudar a las personas y tener buenos ojos es porque, dentro de su corazón, usted está coleccionando la Palabra de Dios y se está alimentando de ella”.
¿A quién ha escuchado últimamente? ¿A personas rencorosas, insidiosas, vacías, que pierden el tiempo hablando de los demás (y usted las escucha como cómplice) y que un día fueron de Dios (supuestamente) y hoy no lo son? ¿Ese no sería el motivo de una podredumbre espiritual inmensurable que está a un paso de instalarse en usted? Al final, ¿qué sale de usted y qué selecciona para que entre? Evalúe si esas actitudes no son indicios de que le falta tener un encuentro con Dios y vivir eternamente la experiencia del Nuevo Nacimiento.
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