Las experiencias dolorosas crean personas fuertes

En la vida, todo ser humano pasará por una o varias experiencias desagradables, donde creerá haber llegado al límite del dolor. Pérdidas materiales, fracasos amorosos, la muerte de un ser querido, problemas legales, conflictos familiares, frustraciones, complejos, traumas, humillaciones, decepciones, abusos, depresión, soledad podrían ser algunos de los motivos.

Un estudio realizado por el Dr. J. Américo Reyes-Ticas explica que el dolor emocional es una herida interna que, si no se gestiona adecuadamente, podía desencadenar enfermedades, a esto se le conoce como somatizar. Asimismo, una experiencia dolorosa puede ser un factor que detone una adicción, ideas suicidas, aislamiento, agresividad, miedo, resentimientos, negatividad, entre otras.

Sin embargo, hay quienes usar el dolor como un aliciente; es decir, viven su duelo, rescatan el aprendizaje y lo usan como catapulta para salir de eso. «El dolor emocional se supera con nuevas ilusiones, con nuevos alientos y esperanzas. Son heridas internas que cicatrizarán poco a poco y que cada día dolerán un poco menos», explica Valeria Sabater, psicóloga.

Espiritualmente hablando, también hay remedio. De acuerdo con el relato de un sinfín de personas que han llegado en esta situación a la Universal, mediante la práctica de la Palabra de Dios y un acercamiento sincero a Él, dejaron atrás su pasado de dolor para iniciar una nueva vida a su lado. Como Shannon García, que su historia es un ejemplo de superación (léela en esta misma página).

Así como ella, tú también puedes ser una. Si crees que la fe puede ayudarte a superar ese dolor y convertirte en una fuerte, con un nuevo recomienzo lleno logros. No obstante, si bien es cierto que seguirán presentándose dificultades en el día a día, Dios estará a tu lado para aligerar tu carga, como lo explica la Biblia:
«No tengas miedo, que yo estoy contigo; no te desanimes, que yo soy tu Dios. Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré; siempre te sostendré…» (Isaías 41:10).

Te esperamos este domingo a las 9:30 de la mañana en el Templo de los Milagros más cercano a ti.

«Superé mi pasado lleno de abusos»

«Tengo recuerdos muy dolorosos de mi infancia: con solo cinco años ya era víctima de abuso sexual. Vivía atemorizada, sentía un peso enorme física y emocionalmente. No obstante, conforme crecí, aprendí que nadie podía tocar mi cuerpo sin mi consentimiento y, un día, estando frente a mi agresor, le puse un alto y le dije que jamás volvería a tocarme.

No obstante, cuando estaba en edad de relacionarme con otras personas, experimenté otra clase de abusos, como infidelidades y maltratos. Sentía que a nadie la importaba y pensé en suicidarme. Pero, como mi madre ya asistía a la Universal y ya había cambiado en varios aspectos, decidí acercarme también. Durante la oración, le dije a Dios que, si existía, me ayudara.

Hoy, después de tanto tiempo, tengo paz, alegría y motivación para lograr mis sueños. Con cada mensaje que daban, aprendí a amarme y me volví muy fuerte. Hoy mi pasado ya no repercute en mi presente ni en mi futuro. En Dios, encontré el sentido de la vida.» -Shannon García