«La tristeza, el vacío y los pensamientos de muerte eran una constante» 

Muchas son las causas que pueden detonar un cuadro depresivo y la sintomatología asociada, como el vacío, el desasosiego, la tristeza profunda, problemas alimenticios y de sueño, etc. A pesar de los esfuerzos, esto parece ser cada vez más común. Por ejemplo, tan solo en México, en el año 2020 la tasa de suicidio fue de 6.2 por cada 100 000 habitantes, según cifras del INEGI.  

Giovanna Martínez estuvo a punto de volverse parte de las estadísticas pues frente a los diversos problemas que sucedían en el interior de su hogar, ella empezó a volverse una joven infeliz: 

«Vivíamos con muchas carencias y limitaciones económicas debido a las deudas. Nuestra situación empeoró cuando tuvimos dos perdidas familiares, eso me llenó de mucha tristeza. Empecé a sentir un vacío existencial, no me sentía feliz con nada.» comentaba.  

Ante los momentos difíciles y que salen de nuestro control, es normal sentirse agobiado, sin embargo, cuando eso es persistente y tiende a empeorar es una alerta roja, pues en algunos casos lleva a tener el pensamiento de que la mejor solución es morir, esto es así en más del 7 % de la población, tanto entre los adolescentes como entre los adultos. 

«Constantemente pensaba que no tenía futuro ni esperanza y con eso venía a mi mente el deseo de ya no querer vivir; estaba sumergida en una profunda depresión. Me sentía sola, incomprendida e insegura pues no confiaba en mi familia y eso me llevó a acercarme a malas amistades. Estaba claro, mi vida no iba a mejorar de la manera en la que la estaba llevando.» enfatizaba Giovanna. 

Sin embargo, ella no es un caso aislado pues, la organización Mundial de la Salud estima que, el 5 % de la población mundial padece depresión. Por ello, los especialistas recomiendan acudir con el personal de salud mental para un diagnóstico y control oportuno, así como poner atención al cuidado personal pues se cree que es clave en el manejo de los síntomas de depresión. Entre otras cosas, entre ellos están el mantener contacto con amigos y familiares, realizar ejercicio físico, mantener hábitos alimenticios y de sueño regulares, platicar sobre cómo se sienten, evitar el consumo de drogas y realizar a actividades recreativas. 

El apoyo y orientación espiritual también ayuda a encontrar una luz en medio del caos. Así fue para Giovanna, pues en medio de la situación complicada que estaba atravesando, decidió ir a la Universal. «Aunque no fue de la noche a la mañana, comprendí que el vacío que sentía era por la falta de la presencia de Dios en mi vida, por ello, tomé la decisión de buscarlo y aprender de Su Palabra. Ahí entendí que debía renunciar a hacer mi voluntad y soltar el rencor, el resentimiento y todo lo que yo sabía que me hacía mal. 

Dando estos pasos de fe, me liberé de los pensamientos de muerte y de los conflictos en mi interior, pues entendí que mi felicidad no dependía de los demás, sino de tener a Dios en mi vida. Poco a poco todo se fue transformando, el Altísimo me dio la visión y confianza para superarme; terminé la universidad. Hoy en casa hay unión y prosperidad. Además, ya no tengo depresión, desde que recibí el Espíritu Santo tengo paz en mi interior a pesar de los momentos difíciles que lleguen a surgir, pues Él me guía en cada situación y sé que si confió y obedezco a Su Palabra tengo la garantía de que cada una de Sus promesas se van a cumplir en mi vida.» Finalizó        

Hay esperanza

Si has estado triste o tienes depresión, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar el mal del siglo.

También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.