Incesto en telenovelas: ¿cómo esto perjudica su vida?
Brasil.- Muchas películas, series y novelas abusan del incesto en sus tramas, especialmente en la Red Globo de televisión. Los más grandes se acuerdan de la telenovela “Mandala”, en el que los personajes de Vera Fischer y Edson Celulari se besan aun siendo madre e hijo. Los más jóvenes pueden mencionar “Viejo Río”, en el que el personaje de Gabriel Leonel coquetea románticamente con la madre y su propia hermana.
Para quien no lo sabe, el incesto es la actividad sexual practicada entre miembros de una misma familia. Sobre esa práctica, la Biblia es muy clara:
“Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo el Señor” (Levítico 18:6).
Aun así, recientemente, fue el turno de la novela “Segundo Sol” volver romántica una práctica tan absurda como el incesto. Los personajes de Deborah Secco y Vladimir Brichta tienen relaciones sexuales aun sabiendo que son sobrina y tío.
¿Mostrar incesto es malo para quién?
Imagine que usted está en un lugar donde se tocan muchas canciones al mismo tiempo, y todas ellas en volumen alto. Cuando alguien habla con usted, es prácticamente imposible oírlo. Para entender lo que está siendo dicho es necesario apartarse de las canciones y enfocarse en las palabras de quien habla. Hoy el mundo es así.
“Nosotros estamos viviendo en un periodo en donde nunca, jamás, hubo tanta información disponible como nosotros la tenemos ahora”, explica el obispo Renato Cardoso. “Y todo lo que entra por sus ojos, por sus oídos, ocupa algún espacio, algo de energía en su cabeza”.
El problema es el siguiente: usted es lo que permite que entre a su mente.
Si lo que entra a su mente es el incesto, la tendencia es que su mente acepte eso como algo normal. Lo mismo vale para la violencia, la prostitución, la mentira. Y si eso es normal para usted, enseguida usted lo estará practicando.
“Porque lo que entra a su mente forma sus pensamientos. Y sus pensamientos es lo que usted usa para tomar sus actitudes. Y sus decisiones le llevan a tomar actitudes. Y sus actitudes se van convirtiendo en hábitos y trayendo consecuencias que forjan su vida”, aclara el obispo.
comentarios