Ídolo del K-pop sufre a causa de la depresión

La enfermedad hace que los cantantes disminuyan el ritmo de su trabajo

En Corea del Sur, el cantante Kang Daniel alcanzó la fama en poco tiempo. Él se dedicó demasiado al trabajo y se enfermó. El pasado 5 de diciembre, la empresa que lo representa divulgó la siguiente nota para la prensa:

“En el primer semestre del año, Kang Daniel visitó el hospital tras sentirse débil de salud después de una semana de caída en el sistema inmunológico, así como ansiedad. Después de exámenes detallados, fue diagnosticado con depresión y crisis de pánico”.

El cantante hizo una pausa en su carrera para intentar liberarse del problema.

La liberación del mal

Así como Kang Daniel, 300 millones de personas también sufren a causa de la depresión. Esta enfermedad no es más que duda. Muchos, al alcanzar el éxito, son bombardeados por cuestiones como:

—¿Acaso merezco todo ese éxito?

—¿Seré capaz de mantener la calidad en mi trabajo?

—¿Lograré corresponder todo el cariño que los fans me han demostrado?

—¿Durante cuánto tiempo seré famoso y exitoso de esa manera?

Son cuestiones que estorban a muchos artistas y les ocasiona depresión a varios de ellos. Esto es porque, como lo explica el obispo Edir Macedo, “mientras la fe estimula los sueños, las esperanzas y levanta el autoestima; la duda envenena sueños, esperanzas y promueve depresiones”.

Además, agrega, “desde el punto de vista espiritual, la depresión no es más que un estado permanente de duda”.

¿Y hay algún medicamento capaz de curar la duda? Sí, la fe. Por eso, la liberación de ese mal solo es posible para aquel que conduce el tratamiento a la raíz del problema, que está más allá de lo material.

“Si el problema es de origen espiritual, su solución también es espiritual”, afirma el obispo.

Por eso, la Universal realiza todos los viernes la Sesión de Descarga Espiritual. Si usted también sufre a causa de la depresión, asista al Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya, y utilice la fe para fortalecer su espíritu.

Los horarios son 7:30 a. m., 10 a. m., 12 p. m., 4 p. m., y, especialmente, 7 p. m. También puede asistir a la sede de la Universal más cercana a usted.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.