Evolución o involución
A pesar de vivir la evolución tecnológica y el aumento de conocimiento, constatamos que para muchas personas existe una involución en los valores, principalmente en relación con el respeto, algo tan importante en la convivencia social.
Cada uno tiene una educación, gusto musical, un color, un deporte, un equipo y un sabor preferido. Cada uno piensa como quiere y hace sus elecciones. Y, por más que no nos guste, debemos respetar.
Además de eso, todos tienen derecho de expresar su opinión, siempre que sea solicitada. Sin embargo, vemos a personas osadas, con una necesidad urgente de decirle a todo el mundo lo que piensa cuando nadie se lo está pidiendo. ¡Qué feo!
Es por eso que surgen tantas enemistades y problemas. Existe un dicho popular que dice: “Quien dice lo que quiere, oye lo que no quiere”. Eso no es más que la pura realidad. Por más que usted esté con personas que le den libertad, úsela con responsabilidad e inteligencia. Además de que hablar todo el tiempo es un egoísmo, también es una insensatez no pensar en las consecuencias que las palabras dichas pueden ocasionar.
No importa si usted cree que su idea u opinión son las mejores, guárdelas para el momento en el que le invitan a exponerla. Hay personas que se meten en todo. No hacen bien su trabajo, pero no resisten entrometerse en el trabajo de los demás. No cuida bien su propia familia, pero se siente con el derecho de aconsejar a la familia de los demás. Usted ve a una amiga publicar en las redes sociales una foto o escribir algo que a usted no le gustó, es indispensable ir allí y registrar su parecer.
Antes de afilar la lengua para hablar o escribir, piense en lo que eso puede ocasionarle a los demás. Si es algo que incentiva y promueve el bien, siga adelante. Pero, si es puro veneno, no lo destile, ¡por favor!
Por Núbia Siqueira
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