¡Es hora de mostrar el tamaño de tu fe!
“… yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
Por medio de la Palabra de Dios, vemos que Él quiere lo mejor para nuestra vida. No quiere ver a tu familia desunida, que sufres con una enfermedad, con una vida limitada económicamente… Pero, quizá, te preguntes: Si no me quiere ver así, ¿por qué estoy pasando por esta situación?
“Quien quiere ver la grandeza de Dios en este mundo, primero, tiene que mostrar la grandeza de su fe. Esto sólo será posible cuando no dependas de un amigo, pariente o de otras personas, únicamente de Dios”, explica el obispo Edir Macedo.
La Biblia nos muestra que Abraham, por ejemplo, demostró el tamaño de su fe. “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito” (Hebreos 11:17). Abraham probó la grandeza de su fe cuando obedeció a la voz de Dios.
Cabe mencionar que al Altísimo no le importaron las circunstancias, si estas estaban en contra o a favor de él, como la edad avanzada o el hecho de que Sara era estéril. Él solamente deseaba bendecir a Abraham, pero antes tenía que probarlo y, por ende, aprobarlo.
Actualmente, en todas los Centros de Ayuda Universal se vive la Hoguera Santa de Israel en el Valle de la fe, propósito que permite incentivar y probar la fe de los participantes para conquistar cosas extraordinarias de la mano de Dios. ¿Qué problema te ha quitado la tranquilidad? Pues bien, este surgió no para que te conformes, sino para que lo conviertas en bendición.
¡Esta Hoguera Santa, por tu fe, puede ser tu trampolín a una nueva y mejor calidad de vida!
Ella cambió de vida
Liliana
“Si alguien sufría en todos los aspectos, esos éramos nosotros: vivíamos en la miseria, ni para comer teníamos, por ende, los problemas familiares y de salud llegaron. Me daban fuertes hemorragias y me dio anemia. Además, tuve dos fracasos sentimentales y en el tercer matrimonio con mi esposo actual, sufrí infidelidades, pero mi reacción con él fue diferente, pues me volví una mujer violenta.
Cuando mi vida estaba peor, me invitaron al Centro de Ayuda Universal. Aquí escuché que mi fe manifestada en el altar a través de la Hoguera Santa podía cambiar mi vida.
La respuesta que recibí fue inmediata. Poco a poco, pagamos las deudas y como tuvimos un resultado positivo, no dejamos de hacer votos de fe con Dios. Posteriormente, abrimos un negocio que empezó pequeño y fue creciendo sin que lo esperáramos.
Cada vez que usamos nuestra fe recibimos bendiciones: sané, pudimos comprar un auto último modelo, mi matrimonio se reestableció y tuvimos la oportunidad de cerrar un gran negocio, algo que no podíamos imaginar.
Solo el Poder de Dios hizo posible este milagro”.
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