El Espíritu Santo solo les habla a los que tienen oídos para Él
3º Día del Ayuno de Daniel
Vea el relato y los efectos en la vida de un pastor que leyó el libro «El oro y el altar»
Simplemente me desnudó, me dio vuelta, hizo que me retorciera por entero y descubrí todo lo malo que había en mi interior.
Tengo vergüenza de mí mismo y de todos, estoy destrozado…
Esta lectura y meditación me abatió profundamente, al punto de hacer que deseara renunciar a los 20 años de mi ministerio, por considerarme totalmente indigno de servir al SANTÍSIMO en Su Altar.
Ningún pecado visible, sino impurezas en el alma que estaban ocultas a mis propios ojos.
Oré, clamé y lloré mucho…
Fue necesario tomar una decisión.
Descubrí con esta lectura que yo no era realmente lo que pensaba sobre mí, sufrí una decepción conmigo mismo.
Lo que el ESPÍRITU SANTO habló conmigo ni siquiera está escrito en este libro:
«Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. Pero que cada uno examine su propia obra, y entonces tendrá motivo para gloriarse solamente con respecto a sí mismo, y no con respecto a otro. Porque cada uno llevará su propia carga.
Gálatas 6:3-5»
Decidí ser otro hombre, otro siervo y otro marido. Estoy listo para vivir los mejores años en mi matrimonio y en mis servicios a mi SEÑOR en Su Altar.
Agradezco a mi Dios todos los días…
Obispo, muchas gracias por cuidarnos.
Fernando Novais
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