Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón»

Muchas personas se aferran a «tesoros espirituales del mal»
En la meditación de hoy, el Obispo Edir Macedo destacó que «el mayor problema para que las personas reciban el bautismo con el Espíritu Santo o cualquier cosa que sea de Dios en relación con su nueva vida, es cuando no colocan el corazón en el Altar». Esta es una verdad espiritual fundamental: «si no coloca el corazón en el Altar, no hay solución, no hay manera de que Dios actúe».
Jesús enseñó que el corazón revela dónde está el verdadero tesoro de la persona. Como recordó el Obispo, «es en el corazón donde están escondidos los tesoros». Y no siempre esos tesoros son buenos. Muchas personas cargan dentro de sí «tesoros espirituales del mal», como «rencor, resentimientos, falta de perdón y deseo de venganza». Él alerta: «ese es el tesoro que mucha gente carga dentro del corazón», y por eso «se vuelve imposible para la persona colocar el corazón en el altar».
Por lo tanto, Dios no acepta un corazón dividido o sucio. El Obispo fue directo al decir: «¿Cómo puede entrar en la presencia de Dios con el corazón sucio? No hay manera». El corazón es el centro de las emociones y sentimientos, y es precisamente lo que Dios pide. «Cuando la persona quiere servir a Dios, coloca el corazón en el Altar: “Aquí está mi corazón”». Solo después de esa entrega sincera es que Dios actúa, pues «ahí sí Dios le da un nuevo corazón, un nuevo espíritu».
Ayuno de Daniel: oportunidad de limpiar la mente y el corazón
Incluso, el Ayuno de Daniel también fue citado como un auxilio en este proceso. Según el Obispo, el objetivo es «sacar el corazón de la información, entretenimiento, conversaciones vanas, fútbol y todo lo demás que divide el corazón». Este ayuno ayuda a la persona a «desprenderse, desconectarse, despojarse de la suciedad que el mundo trae dentro del corazón».
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