Cuando vencí la timidez

Dándole continuidad a un tema de la reunión de la Terapia del Amor, me pregunté: ¿Por qué yo era tan emotiva? ¿Por qué parece que algunas personas sienten todo de forma más intensa? ¿Sería la timidez a la que aprendí a abrazar tan bien?
Cuando somos tímidos, no decimos lo que pensamos. Nos guardamos todo. Y así nos vamos aislando en un pequeño mundo silencioso y solitario, donde solo escuchamos lo que nuestro corazón susurra o grita: «¿Qué estarán pensando de mí? ¿Estarán juzgándome o rechazándome?».
Sin darnos cuenta, ese tipo de aislamiento nos vuelve egoístas, porque, en el fondo, solo estamos enfocados en nosotros mismos. Como dijo Salomón: «El que vive aislado busca su propio deseo,
contra todo consejo se encoleriza» (Proverbios 18:1).
Yo pude vencer la timidez cuando la vi como una enemiga.
Por Cristiane Cardoso
Te puede interesar: 48 años de historia: un ejemplo de madurez
Por: Cristiane Cardoso
comentarios