“Cada vez que entraba a terapia intensiva lo ungía con toda mi fe”
Guadalupe Martínez: “A mi hijo le diagnosticaron Leucemia. El se puso muy grave y durante seis meses viví una agonía muy fuerte. Pasó por seis operaciones.
Se me moría, a cada momento entrábamos a despedirnos de él. Es desesperante ver a tu hijo sufrir. No se puede explicar el dolor.
Llegó al Centro de Ayuda y me dan el Aceite Consagrado y cada vez que entraba a terapia intensiva lo ungía con toda mi fe, pidiéndole a Dios, aunque me decían que lo único que había era esperar. Mi hijo está sanado, juega al fútbol, come de todo, es un niño feliz. Damos gracias a Dios pues los milagros también existen. Mi hijo por medio de la unción con el aceite se sanó.”
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