Actitudes que las mujeres odian
Escuchamos mucho al hombre reclamar que enfrenta muchas dificultades en el mercado laboral y que hasta en su relación sentimental las cosas tampoco van tan bien. La verdad es que si nos ponemos a analizar mejor, él tampoco está ayudando mucho. Y lo peor de eso es que no tiene autocrítica para percibir que pequeñas actitudes que declaran contra él tienen que ser cambiadas urgentemente. Enlistamos algunas que, según la opinión de las mujeres, son horribles, pero que, si dejan de ser practicadas por el hombre, pueden ayudarlo muchísimo.
Escupitajos y eructos
La primera es escupir en la calle. Es un acto trivial que transmite la idea de que el hombre parece un animal irracional sin control, que da un escupitajo minuto tras minuto. Ese mal hábito es tan asqueroso como eructar fuerte. Si el hombre tiene un inmenso trabajo para mostrarse como la pareja ideal para la mujer a pretender, debe saber que esas dos acciones van a terminar totalmente con el romance.
Uñas
Muchos hombres no acostumbran cortarse las uñas de las manos y de los pies, dejándolas crecer al punto de que parecen garras. Si su objetivo no es convertirse en un ogro o algo parecido, recortarlas semanalmente es mucho mejor, sin contar que es una cuestión de higiene personal.
Baño
Ir al baño, usarlo, no bajar la tapa del retrete y, aún más, no bajarle al excusado, también incomoda. En caso de que usted no lo haya entendido, la mujer se sentará en el retrete en el momento de utilizarlo y, con seguridad, no va a querer ver lo que usted hizo antes que ella, ¿cierto? Por eso, la próxima vez que vaya al baño, recuerde actuar de forma diferente a la que ya está acostumbrado.
Piropos
Piropear es otra acción que la mujer odia. Y si el piropo es muy pervertido, ni lo diga. La mujer simplemente no quiere ser piropeada. Ella se siente abrumada y repudia esa actitud masculina. Si usted tiene interés en una mujer, sea educado y actúe con respeto al conversar con ella. Al no ser ofensivo, usted será mucho más atractivo.
Rascarse
Otra actitud que incomoda bastante es rascarse en público. Y todo empeora cuando el hombre decide rascarse las partes íntimas y no le importa quién está a su alrededor. Algunos de ellos van a intentar justificar que se trata de un instinto masculino y que es algo incontrolable, pero esa excusa nadie se la cree. Es necesario ser inteligente y dominarse.
Machismo
Pero, si las acciones anteriores irritan a la mujer, ninguna de ellas incomoda tanto como actuar de forma machista o hacer comentarios de ese tipo. Las mujeres rechazan al hombre que actúa así y, por ejemplo, se sienta en el transporte con las piernas abiertas. Eso incomoda al que está a su lado. El hombre que dice cosas como “el lugar de la mujer es en la cocina” y “mujer al volante es peligro constante” también tiende a ser rechazado por el público femenino. Además de ser algo que está pasado de moda, el machismo aparta a la mujer del hombre en todos los sentidos.
Cambio
Para el escritor y conferencista Renato Cardoso, hasta el propio hombre más perdido y adicto a esos malos hábitos puede cambiar. “Conozco ex malos maridos que hoy son el sueño de sus esposas, ex canallas que eran sinvergüenzas y se convirtieron en hombres de verdad. Pero todos ellos, sin excepción, tuvieron que mostrar que cambiaron de verdad y no solo hablaron o prometieron que cambiarían. Reconocieron su error, adoptaron un nuevo comportamiento, radicalmente diferente del que tenían, y se rindieron”, concluyó.
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