¡Ábrele la puerta a la prosperidad!
¿Qué te dejó el 2018? ¿Obtuviste lo que esperabas o fue un año más de derrotas? Quizá tuviste un año que fue marcado por el retroceso, la derrota, el desempleo, un negocio en quiebra, las deudas, la falta de dinero; un año en el que el éxito estuvo lejos de ti. Sin embargo, inicia un nuevo ciclo y con ello la oportunidad de ponerle fin a esa mala racha financiera.
Este es el momento en el que debes enfrentar una de las batallas más importantes para cambiar el rumbo de tu historia económica. Tu fe será el arma más poderosa que te ayudará conseguir aquello que, durante toda tu vida, has deseado sin poder obtenerlo.
Después de haber transformado las finanzas de miles de personas en el 2018, la Nación de los Vencedores se renueva para seguir ayudando a quienes se atrevan a usar la fe este 2019. Será un año decisivo para concretar metas que impactarán de manera positiva tu economía, podrás saborear las mieles de la abundancia.
Más que una reunión, la Nación de los Vencedores es la puerta que tanto has buscado para ponerle punto final a la carencia económica. La promesa de Dios para los que van a creer y usarán la fe es: “Todo lo que ustedes siembren producirá abundantes cosechas […] En todo lo que ustedes hagan, siempre les irá bien. Nunca tendrán que pedir prestado nada; al contrario, ustedes tendrán de sobra para prestarles a otros” (Deuteronomio 28:11-12).
Este lunes, en seis diferente horarios, en todas las Universal del país, se llevará a cabo una reunión especial en donde, por la fe, se determinará la bendición económica a través del poder de Dios, para que quienes crean y obedezcan Su Palabra tengan un año de abundancia en todos los sentidos.
“Cuando creí que todo había acabado, Dios me abrió las puertas de la prosperidad”
“Aunque reconozco que no llegué a pasar carencias, debo confesar que en mi vida no había un avance, iba al día. Por muchos años, pasé sin pena ni gloria, ya no tenía sueños, metas o ilusiones, actuaba en automático, como un robot. Me volví una mujer solitaria, alejada del núcleo familiar y para mí lo más importante era el trabajo.
Entré en un cuadro depresivo al no tener una vida. En ocasiones, llegaba del trabajo, me sentaba en el suelo y ahí me quedaba dormida, pues no había quién me esperara. De hecho, no quería que llegaran los fines de semana porque me daba cuenta de lo grande que era mi soledad y mi vacío.
Un día, vi el programa de televisión, escuché sobre la Nación de los Vencedores y me pareció interesante, entonces acudí a una reunión. Llegué ahí triste y sin sueños, pero salí completamente diferente: tuve ánimo, alegría y ganas de emprender proyectos. Este cambio me hizo volver cada semana, pues salía motivada de cada reunión.
Hoy gozo de los frutos de practicar las enseñanzas que aquí me dan: tengo un negocio propio, tres autos, una casa, también estoy trabajando en una empresa donde gano muy bien, disfruto de muy buenas prestaciones y, sin importar mi edad, sigo teniendo metas por cumplir. Quizá, haya gente que está como yo estuve, con buena economía, pero sin propósitos ni metas.
Los invito a que se den la oportunidad de venir a la Nación de los Vencedores y le encontrarán sentido a la vida”, Carmen Sánchez.
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