¿A qué temer?
“Porque Yo el SEÑOR soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo” (Isaías 41:13).
No hay nada que temer cuando se vive por la fe en las promesas de Dios. Sin embargo, solo los nacidos del Espíritu logran vivir por la fe. Y cuando enfrentan problemas aparentemente insolubles, el Eterno y Amoroso Padre en seguida entra en acción y garantiza:
“Pero tú, Israel, siervo Mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham Mi amigo. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque Yo el SEÑOR soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, Yo te ayudo” (Isaías 41:8-13).
(*) Fuente: libro El Pan nuestro para 365 días”
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