15 por ciento de las mujeres sufren dolores menstruales crónicos
Los cólicos menstruales son una de las dolencias femeninas que más afecta a las mujeres y se debe tener cierto cuidado cuando el dolor es más severo, pues podría estar asociado a otros problemas de salud.
De acuerdo con el portal MejorconSalud, aunque los cambios hormonales que se producen en el útero una vez transcurrido el periodo de ovulación son los causantes de este tipo de malestar, cuando los calambres y cólicos son agudos y vienen acompañados de otros síntomas se debe consultar al doctor.
Entre la sintomatología más importante que indica que algo no está bien destacan:
- Dolor intenso que dura tres días o más
- Malestar o ardor al orinar
- Fiebre o sudoraciones
- Vómito o náuseas
- Sangrados abundantes por más de siete días
Del mismo modo, se recomienda estar alerta ante cualquier cambio que pudieras notar en tu ciclo menstrual. No olvides que todos los organismos son y reaccionan diferente, es tu cuerpo y tú lo conoces mejor que nadie; por eso, en caso de notar alguna anormalidad, acude de inmediato con un profesional para que dé el diagnóstico y el tratamiento correspondientes.
Prevenir te ayudará a evitar enfermedades más graves.
“Los médicos me daban seis meses de vida”
Petronila Alonso
“Mi salud estaba mal: era diabética, tenía el colesterol y los triglicéridos altos, me hicieron un lavado de esófago y una cirugía que cuya herida no sanaba. Además, tenía problemas en el hígado, apéndice y vesícula, esta última se reventó y corrí riesgo de muerte. El diagnóstico de los médicos fue terrible: ¡me quedaban seis meses de vida!
Esto me deprimió, mi fuga era irme a tomar y a fiestas. Desatendí mucho a mis hijos… Los problemas económicos no tardaron en aparecer: no tenía dinero para comprar comida ni ropa para mis hijos, me la vivía pidiendo préstamos y, por ende, me endeudé. Vivíamos en un cuarto pequeño en donde sólo cabía una cama en la que dormía con mis tres hijos.
Quería sanar y prosperar, pero lo buscaba en lugares equivocados, como recurriendo a brujos y casa de limpias sin encontrar respuesta. Por tanta desesperación, intenté quitarme la vida.
Justo en esos momentos angustiantes, una señora me habló del Centro de Ayuda Universal y me invitó a las reuniones. Cuando llegué, me sentí distinta y a partir de ahí, empecé a ver la vida de otra forma. Poco a poco, vi resultados, el primero fue mi sanidad, ahora las enfermedades y complicaciones en mi salud son cosa del pasado.
De esta forma, mi economía se reestableció y lo mejor de todo es que no necesito alcoholizarme para sentirme bien”.
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