«Si conseguía trabajo, me despedían» 

«El negocio familiar avanzaba, pero una persona que contratamos me hizo brujería. Comencé a tener comportamientos extraños, el negocio decayó y terminé por cerrarlo. Al liquidar a los empleados, esa señora me dijo: “voy a acabar contigo”. Tras casarme, las puertas se cerraron. Me mudé, pero nada mejoró. Si conseguía trabajo, me despedían de inmediato. 

Con toda honestidad, cuando comencé a ir a la Universal pensé que ahí estaban locos. Pero me percaté de que yo no sabía dirigirme a Dios. En las reuniones, aprendí a comunicarle mis frustraciones por no tener una vida económica buena. Me volví disciplinado en los propósitos de fe y, al comprender la grandeza del Señor, hice un pacto con Él: no dejarlo y obedecer fielmente Su Palabra. 

Un día le dije: “No quiero dinero ni bienes, solo Tú sabes lo que tiene valor para mí”, y vino el Espíritu Santo. Desde entonces, no solo dejé de ser celoso, intolerante y desconfiado, también blindó mi economía y me dio sabiduría. 

Hoy ya no tengo pérdidas: el trabajo va bien y reemprendí el negocio de autos. Las ventas de mi esposa prosperan, y mi hijo tiene empleo. Adquirimos un carro nuevo, una casa, mi hijo compró una moto, y mi esposa visitó el Templo de Salomón. No nos falta nada, porque Su Presencia lo es todo y nos da inteligencia para lograr grandes cosas.» -Abel Aguilar 

Alianza con Dios

Si deseas darle un nuevo sentido a tu carrera, la mejor opción es hacer una alianza con el Señor. Para ello, te invitamos a participar este lunes 23 de diciembre con todas tus fuerzas en la reunión de Prosperidad con Dios, especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.  O bien, acude a la Universal más cercana.