LA GRANDEZA DEL REINO DE LOS CIELOS ES SOLO PARA LOS HUMILDES EN ESPÍRITU

«Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el Reino de los Cielos.»
Mateo 5:3
«Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.»
Filipenses 2:5-8
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: LA VISIÓN DEL PODER DE LA FE, INVISIBLE PARA LOS SABIOS DE ESTE MUNDO…
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