«Al beber, sentía el infierno en mí» 

«Entré al alcoholismo desde muy joven, primero bebía con amigos, no obstante, después de casarme y vivir golpes e infidelidades, caí profundamente en el vicio. Bebía para no sentir miedo cuando mi exesposo llegaba; quería omitir ese terror consumiendo alcohol y pastillas para que se me cruzara el efecto. Tras separarnos, conocí a otra persona y creí que había encontrado al hombre perfecto, sin embargo, me engañó con alguien de mi propia familia. Con tanto sufrimiento, ya bebía para socializar, manejaba ebria, avergonzaba a quienes estaban conmigo y me involucré en situaciones de peligro. 

Alcoholizada, sentía el infierno en mí: en las noches percibía que me quemaba, era terrible. Incluso, en una ocasión me aventé a un bulevar para morir, pero sobreviví. Ya había visto el programa de la Universal y en medio de tanto dolor, decidí ir. Ahí le entregué mi cuerpo a Dios y sentí paz, sin embargo, para entregarle mi corazón fue un proceso que requirió de perseverancia. Al hacerlo, Él me fue quitando la tristeza. Reconozco que no fue sencillo, pero por mi fe y sinceridad pude dejar atrás el sufrimiento; hoy estoy libre del vicio y en mi corazón habita el Espíritu de Dios.» -Micaela Rubio 

Cura de los vicios

Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.

Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.

Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.

En las sedes estatales, el horario es a las 3 p. m. Solicita más información en nuestra agenda de direcciones.