«Una pérdida muy grande me causó dolor» 

«Entré en depresión sin darme cuenta. Todo comenzó a los 9 años, cuando sufrí el fallecimiento de mi padre. Fue la pérdida más grande que enfrenté. Al crecer, me mostraba como una persona a la que le gustaba convivir, pero en realidad quería estar sola y lloraba. Mi depresión fue aumentando al punto de ya no querer estudiar ni trabajar, además, descuidé mi higiene personal. En mi casa había pleitos y viví una decepción amorosa que me orilló al vicio del alcohol. Sentía un vacío interno e intenté llenarlo a través de amigos, hasta practiqué el cutting y pensaba en cómo quitarme la vida para dejar de ser infeliz. 

Supe de la Universal cuando vi el programa en la televisión, escuchaba los testimonios y tuve ganas de ir. Al llegar a ese lugar me sentí diferente, por lo que seguí acudiendo a las reuniones y haciendo los propósitos que nos orientaban. Perseverando con fe, fueron desapareciendo la tristeza, los pensamientos de quitarme la vida; dejé lo que me hacía daño, como cortarme los brazos y, al tener mi experiencia personal con Dios, el vacío que tuve desde la infancia fue llenado.» -Christian Estefany Ortíz 

Hay esperanza

Si has estado triste o tienes depresión, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar el mal del siglo.

También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.

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