Su esposo estaba desahuciado y cómo ayudarlo

“Mi esposo estuvo siete años enfermo, pero en los últimos cinco años se puso muy grave de salud. Cuando lo llevamos al hospital, de tan mal que iba por lo difícil que se le hacía respirar, los doctores dijeron que si llegábamos cinco minutos más tarde, hubiera muerto.

De acuerdo al diagnóstico médico, él tenía enfisema pulmonar, pero los doctores comentaban que lo tendrían que trasladar a otro lugar para hacerle nuevos estudios porque pensaban que tenía fibrosis quística. ‘Si tiene esa enfermedad, no hay cura. El tratamiento puede hacer que viva horas, semanas, un mes o años’, me dijeron.

De pensar que iba a perder al amor de mi vida, me sentía preocupada, aturdida y del estrés, me salieron en la cara ámpulas con pus y sangre. También tuve problemas laborales, hasta mis hijos tuvieron que dejar sus trabajos para cuidar a su papá.

Pensé que si la ciencia no podría hacer nada, Dios si podría. Así que cuando llegué a la Universal, obedeciendo Su Palabra, haciendo las cadenas de oración con fe, sucedió un milagro: de estar desahuciado, le dijeron a mi esposo que no tenía nada y tres días después lo dieron de alta.

Ahora que tenemos la vida transformada, recuerdo que hace 16 años creímos que no había salida; pero afortunadamente, toqué la puerta correcta”, María Yolanda López.

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