«Salmos in Concert»: una noche diferente de entrega y adoración

El pasado domingo 8 de junio, en el día de Pentecostés, se vivió un evento sin precedentes en la historia de la Universal: «Salmos in Concert», una experiencia de fe, entrega y adoración.

El encuentro dio inicio a las 6 p. m. en el Santuario de la colonia Roma, en la Ciudad de México. Cientos de personas participaron de manera presencial, y muchas más en todo el país pudieron acompañar la transmisión en vivo a través de Unife, por los canales 8.3 y 13.2, o mediante la aplicación oficial.

Este evento tuvo como base himnos inspirados por el propio Dios, registrados en el libro de los Salmos.

Un evento con un propósito espiritual

«Salmos in Concert» no buscó exaltar voces, sino fomentar una entrega sincera al Padre. Por eso, antes de comenzar los cánticos, el obispo Franklin Sanches, quien ministró el evento, explicó el objetivo de esta reunión especial: «Los salmos fueron creados por Dios para que las personas aprendieran por medio de ellos a adorarlo, orar, expresar sus angustias y necesidades. Cada uno transmite un mensaje para nosotros. “Salmo” significa oración en forma de canto, acompañado de instrumentos musicales; son alabanzas».

Luego, destacó el poder que tiene la música para permanecer en nuestra memoria: «Hay canciones que aprendimos en la infancia o en la juventud, y que incluso después de los años, seguimos recordando. [Por eso] Dios creó los salmos, para que Su pueblo siempre lo recordara y mantuviera la mente puesta en Él».

En concordancia, la Palabra afirma:

«Alabad al Señor, invocad Su Nombre; haced notorias Sus obras en los pueblos. Cantadle, cantadle salmos; hablad de todas Sus maravillas.» (Salmos 105:1-2).

«Los salmos fueron una forma de que el pueblo no se olvidara de Dios, de cómo los protegía y atendía sus angustias», concluyó.

Después de un momento de oración, se dio paso a la meditación en la Palabra mediante salmos entonados a Dios. Cada interpretación dejó una reflexión significativa para los asistentes.

Un cierre especial

Al final, se llevó a cabo la consagración del nuevo obispo Luiz Carlos Barbosa Siqueira, quien ha dedicado años de su vida al Evangelio, acompañado de su esposa, Andrea Siqueira. Ambos fueron reconocidos por cumplir con los criterios establecidos en 1 Timoteo 3:1-7.

Sobre este momento, el obispo Franklin destacó: «En la Universal, entre más alto es el cargo, más siervo se es. Aumentan las responsabilidades, pero también la unción de Dios para servir a Su pueblo».

La noche concluyó con una oración realizada por ambos obispos, marcando así el desenlace de una jornada inolvidable.

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