POR LA FE, EN PRINCIPIO, ABRAHAM TUVO QUE PERDER PARA PODER GANAR…

“Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba.” (Hebreos 11:8).
La salvación del alma también exige ese sacrificio:
“Entonces Jesús dijo a Sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de Mí, la hallará. Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?” (Mateo 16:24-26).
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: LA FE Y LA OBEDIENCIA SON UN MATRIMONIO PARA TODA LA ETERNIDAD…
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