«El alcoholismo fue la “herencia” de mi padre»

«Por el vicio de mi padre había pleitos, golpes e insultos. Eso fue generándome traumas y resentimiento hacia él, aunque después ese mismo alcoholismo se volvió una “herencia” que también sufrí. Al casarme, mi consumo aumentó; tomaba casi a diario. El padre de mis hijos no me reclamaba, pues él también bebía; nuestra relación terminó mal y al final nos separamos.

Reconocía que necesitaba la ayuda de Dios, pero no aceptaba las invitaciones de mi hermana para ir a la Universal, hasta que los problemas me rebasaron y fui.

No iba con tanta frecuencia ni entendía muchas cosas, pero conforme pasó el tiempo, comencé a entender la Biblia, a participar con fe en las reuniones y obedecer la voz de Dios.

Fue una lucha dejar el alcohol y liberarme del resentimiento que sentía hacia muchas personas. Pero aferrándome a las manos del Señor pude vencer el vicio. Perdonar también fue difícil, hasta que en un propósito me enseñaron a orar todos los días por quienes me hicieron daño. Hacerlo fue como quitar un peso de mi vida.

Así como Dios me liberó del alcoholismo, creo que también es posible para todo aquel que sufre lo mismo, siempre y cuando reciba Su Palabra con el corazón abierto dispuesto a obedecerla.» -Luz Hernández

Cura de los vicios

Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.

Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.

Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.

(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO