«Ya no podía pagar más prestamos»
«Aceptaba los préstamos que me ofrecían porque mi trabajo como docente me permitía pagarlos, sin embargo, las deudas se volvieron grandes, hasta que ya no las pude liquidar. Mi sueldo quedaba en ceros porque todo se iba en pagar. Vivía de prestado y mis familiares me regalaban comida. Empecé a tener problemas con mis hijos, me preguntaban que de qué servía tener una carrera si no teníamos dinero. Me sentía fracasada y pensé en abandonar mi profesión.
Mi hermana me habló de la Universal y aunque no creía que ahí podrían ayudarme, asistí. Durante la oración sentí que se me fue un peso, entonces comencé a luchar usando mi fe y Dios me liberó de todos los males que traía. Posteriormente, comprendí que de la mano de Dios podía cambiar mi situación económica, y aunque por un momento dudé, le pedí Su ayuda.
A los pocos días recibí una parte de mi salario, y lo más sorprendente fue que la deuda más grande que tenía me la liquidaron. En ese momento fui al Altar y Le pedí perdón por haber dudado de Su Poder. A partir de ahí, decidí que solo lo buscaría a Él y me preocuparme por serle fiel, practicando Su Palabra. Desde el momento en el que fui bautizada con el Espíritu Santo y todo empezó a cambiar. Cada vez iba contando con la mayor parte de mi sueldo y pude empecé a pagar las demás deudas.
No Le pedí lujos, pero aun así me dio una economía estable, buena salud y una excelente relación con mis hijos. Sin embargo, el regalo más grande que recibí fue el Espíritu Santo, Él me da paz y me ayuda en cualquier problema. Hoy entiendo que muchas a veces buscamos ayuda en las personas sin ningún resultado, pero cuando buscamos Su Espíritu, hay solución para todos los problemas. También Lo glorifico dando mi mejor versión con mis alumnos, porque mi trabajo es de Dios. Ahora sé que sí vale la pena mi profesión, pero es gracias a Él.» – Hilda Albino
Aprovecha esta invitación
No te pierdas esta reunión especial. Fortalece tu alma y tu espíritu con el banquete espiritual que tendremos este día, pues sin duda, al usar tu fe, saldrás lleno de la presencia de Dios.
Te esperamos especialmente a las 7 p. m. en Av. Revolución # 253, col. Tacubaya, alc. Miguel Hidalgo, CDMX. O en la Universal más cercana.
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