Vigilancia y pureza
«Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¡qué clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y en piedad, esperando y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor!» (2 Pedro 3:11-12).
Más que nunca, se debe vigilar para mantenerse puro ante Dios en estos últimos días, porque se acerca la Venida del Señor Jesús. Él es Fiel y honra Su Palabra, entonces, con certeza vendrá a buscarnos. El comportamiento del justo debe ser andar de fe en fe, vivir en la justicia, lejos del pecado, y ser misericordioso con el prójimo, siendo comprensible, amable y dispuesto a perdonar, para que pueda decirles a todos que el Dios a quien sirve también quiere perdonar a los que creen en Él.
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