Viernes: Velada del Espíritu Santo

Esta reunión especial será el 21 de febrero a las 11 p. m.

Hay quienes buscan llenar el vacío que sienten por medio de personas y posesiones materiales. Sin embargo, esta es una gran ilusión. Porque el mundo no logra llenar el vacío interior del ser humano.

Solamente el Espíritu Santo tiene poder para transformar a la persona en una fuente de alegría y paz.

La Biblia compara nuestro cuerpo con una casa (1 Corintios 6:19). Y, en esa casa, puede haber dos tipos de habitantes: el Espíritu Santo o los espíritus malignos.

Cuando una persona tiene un encuentro con Dios, se arrepiente de tener una vida errónea y asume un compromiso con Él, experimenta el nuevo nacimiento —que es promovido por el Espíritu Santo (vea Romanos 2:4, Hechos 2:38). Entonces, el propio Señor Jesús viene a esa persona y la bautiza con el Espíritu Santo.

Consecuentemente, la persona piensa y actúa como el Señor, porque Él empieza a habitar en el interior de ella en forma de Espíritu. Ese resultado es llamado «fruto» (vea Gálatas 5:2).

Sin embargo, hay quien se cuestiona lo siguiente: «¿Cómo saber si, realmente, ocurrió el bautismo con el Espíritu Santo?».

Los frutos del Espíritu Santo

En un video que puede ver más adelante, el obispo Edir Macedo respondió la siguiente pregunta: «El Espíritu Santo es la fuente de la fe, los dones y los frutos. Nadie puede decir: “yo tengo el Espíritu Santo porque profetizo, hago revelaciones o visiones”. No. Las personas son identificadas con el Espíritu Santo cuando tienen el carácter no solo de dones, sino también de frutos».

El obispo agregó, incluso, que la relación de una persona con la familia es un gran termómetro de los frutos que ella produce. Pues, en el ambiente privado, la persona revela su verdadera naturaleza.

«¿Cómo es la vida conyugal? ¿Cómo es la vida con su marido, esposa o hijos? ¿Cuál es el fruto que exhala, manifiesta, para las personas que conviven con ella? Porque dar fruto en la Iglesia es una cosa. Pero dentro de su casa ahí es cuando las cosas se vuelven difíciles», analizó el obispo.

Enemigos del mundo

Asimismo, el obispo Macedo afirmó que los bautizados con el Espíritu Santo poseen carácter, tienen una vida separada de las costumbres mundanas y niegan sus propios deseos.

En relación al tema, durante la velada que se realizó el último viernes de enero en México, el obispo Franklin Sanches señaló que es muy importante no dejar que los pensamientos y sentimientos negativos llenen el interior de cada uno.

«Últimamente, hemos notado que quienes un día estuvieron en la presencia de Dios, dejaron enfriar su fe hasta que se apartaron de Él. Y es que cuando no se le da prioridad a la relación con el Señor, cuando no se le da la debida importancia a la búsqueda del Espíritu Santo, se corre el riesgo de terminar apartados de Él», explicó el obispo Franklin.

Y también destacó lo siguiente: el hecho de que una persona esté dentro de la Iglesia no significa que esté lleno del Espíritu Santo, porque mientras no renuncie a todas las cosas que a Él le desagradan y no lo busque de corazón sincero, entonces no hay encuentro con Él, no hay bautismo con el Espíritu Santo ni mucho menos salvación del alma.

Sin embargo, en dicha velada, quienes se encontraban en esta situación tuvieron la oportunidad de afirmar o reafirmar su compromiso con Dios. Ya que la fuente de la felicidad verdadera es seguir al Señor Jesús y ser bautizados con el Espíritu Santo.

Así que, si usted desea buscar este Tesoro Precioso, no se pierda esta oportunidad, participe en la Velada del Espíritu Santo, que se llevará a cabo el 21 de febrero a las 11 p. m. en el Templo de los Milagros, que se ubica en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. Estas veladas se realizarán mes a mes, para mayores informes sobre las próximas fechas, acuda a la Universal más cercana a su domicilio.