Viernes: Recibe las 5 unciones del Cierre de Cuerpo

Hay personas, espiritualmente hablando, que son como «esponjas» para el mal, es decir, fácilmente absorben todo lo malo.

Una mala noticia que ella recibe, ya la deja extremadamente preocupada; si un compañero o rival hace una crítica sobre su emprendimiento, de inmediato ella paraliza sus proyectos. Con tan solo el comentario de una vecina o de un pariente, la persona se hunde en un pozo de negatividad; la envidia ajena siempre le perjudica.

Todo esto se presenta porque no tiene «inmunidad espiritual», no tiene defensas. Sin embargo, la Palabra de Dios habla del verdadero cierre de cuerpo, el blindaje espiritual que proviene de lo Alto:

«Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste Tu mano.» (Salmo 139:5).

En este Salmo, David habla del tipo de protección que Dios le daba. Él estaba rodeado por el Altísimo. Por ser un hombre de guerra, durante toda su vida, David se vio delante de grandes peligros. Él aún era tan solo un joven cuando, con el fin de proteger a las ovejas de su padre, luchó contra un oso y un león. En la adolescencia, enfrentó y venció al gigante Goliat, tanto físicamente como espiritualmente, ya que el adversario, antes del duelo, lo maldecía: «Y maldijo a David por sus dioses.» (1 Samuel 17:43).

No obstante, en ninguna de las batallas hay relatos bíblicos de que David haya sufrido siquiera un rasguño. En sus cánticos, era común que él exaltara esa protección que obtenía de su Creador.

«El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor? Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado» (Salmos 27:1-3).

Por eso, este viernes, 31 de julio, se realizará el «cierre de cuerpo», con las cinco unciones en los 5 puntos del cuerpo: la cabeza, el pecho, la espalda, las manos y los pies. El aceite para ungir será consagrado, representando al Espíritu Santo, y recibe la oración de liberación, para que por medio de tu fe ningún mal entre a tu vida.

Participa en el Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya, a las 7:30 a. m., 10 a. m., 4 p. m. y 7 p. m. O bien, consulta en la Universal más cercana a tu domicilio.

Te recordamos que las instalaciones están siendo debidamente desinfectadas para tu seguridad. Y sigue los protocolos de seguridad recomendadas por las autoridades de la salud.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.