2021.04.15 7:00

Viernes de Liberación Espiritual con la Rosa Blanca

Por Departamento Web 2

¿Cuáles son los problemas más comunes escuchados en este país?

Primero, antes de la COVID-19, la Universidad Nacional Autónoma de México señaló que el 15 % de los mexicanos padecen depresión. Y, aunque aún no hay cifras actuales, los expertos afirman que los casos de salud mental han incrementado.

En segundo lugar, se encuentran los casos de violencia familiar. Reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) señalan que el 2020 cerró con el mayor numero de denuncias por violencia familiar: 220 028. El mayor número registrado.

En tercero, se encuentran las enfermedades. Tomando en consideración otros padecimientos más allá de la COVID-19, el Instituto de Salud Pública informa que las enfermedades más comunes en México son las del corazón, diabetes, tumores malignos y enfermedades del hígado.

El cuarto son los problemas económicos. ¿Quién no ha escuchado de los cierres de negocios? ¿Cuántos perdieron sus empleos o sus ingresos disminuyeron? Este problema empeoró o sacó a la luz muchos otros y, ahora, la desesperación ha invadido a las familias.

La paz: un sueño de muchos

La lista de problemas podría seguir y sería muy larga. Pero tan solo los datos anteriores revelan que miles de hogares no han logrado encontrar algo: la paz.

La pregunta es ¿cómo encontrarla?

Es verdad que no existe en el mapa una dirección que nos lleve a la paz, pero es posible tenerla.

«Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz» (Isaías 9:6).

Como dice arriba, la paz se encuentra en Jesucristo. Quien lo busca a Él, la encuentra. Fue el caso de una mujer que estuvo enferma durante años, hasta que logró ser sanada por su fe y no solo eso. El Señor le dio lo que su interior anhelaba:

«Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz» (Marcos 5:34).

Ese fue el caso de María Elena Tesoro, ella y su familia perdieron la paz después de que participaron en un ritual de brujería y todo empezó a derrumbarse.

«Por un trabajo de brujería, mi padre se volvió alcohólico durante 40 años»

«A los 5 años recuerdo que una tía les dijo a mis padres que estábamos siendo víctimas de brujería. Ella hizo un ritual de círculo de fuego con alcohol, nos limpió a todos y, a raíz de eso, empezaron los problemas económicos. Mi padre se volvió alcohólico durante 40 años.

Viví la humillación de los demás porque teníamos a mi padre en esa situación. En lugar de tener armonía, teníamos puras peleas entre nosotros y con los vecinos. Eso daba pena y vergüenza. No podíamos superarlo», dijo María Elena.

Además de los problemas económicos, en su hogar había tormento espiritual: «Se escuchaban cadenas y pasos en la azotea, se movían las cosas y oía que me llamaban por mi nombre, incluso sentía que una presencia se subía encima de mí», agregó.

Esta situación de años la hizo llegar a pensar en quitarse la vida. Pero, pudo conocer el Templo de los Milagros por medio de la televisión. Su decisión de participar y buscar la ayuda de Dios le dio un giro a todo.

«Desde el primer día que participé, sentí paz y tranquilidad. Por eso empecé a luchar en las reuniones de Viernes de Liberación y los Domingos del Espíritu Santo. Por mi fe, hubo una transformación: lo primero fue que mi papá se liberó del alcoholismo.

En mi familia estamos unidos, tenemos amor entre todos, nos ayudamos unos a otros, tenemos lo que no teníamos antes, que es la unión. Ahora no tengo ningún problema de dinero, ni espirituales. Estamos tranquilos y en paz, porque el Espíritu Santo habita en nuestro hogar», finalizó.

Viernes de Liberación Espiritual

Así como ella, puedes encontrar la paz en Cristo. Por eso, este viernes, trae una rosa blanca para que sea consagrada. Esta representará al Señor Jesús, y, cuando la lleves a tu hogar, por medio de tu fe llevará paz y absorberá todo lo negativo que hay en tu casa.