Víctimas de la traición

De acuerdo con los resultados de una encuesta reciente, el 48 por ciento de los mexicanos que participaron se han sentido engañados o traicionados por un amor.

Por esta razón, podemos deducir por qué muchas personas, en tiempos actuales, se cierran ante la oportunidad de conocer nuevas personas, o bien, muestran cierta desconfianza para tener una relación más seria con alguien.

La traición es un comportamiento desleal que afecta no solo a los matrimonios, también a la familia y a todos los que están alrededor. Por eso, antes de asumir un compromiso es necesario conocer bien a la otra persona para saber más sobre sus principios y objetivos, con el fin de no estar con alguien que no valga la pena y que en un futuro cause alguna decepción.

Renato y Cristiane Cardoso, consejeros matrimoniales, enseñan:

• No dejes brechas: “Si hay alguna necesidad que no estás supliendo, es posible que llegue otra persona y haga lo que a ti te corresponde, eso es un empujón para la traición”, explica Renato.

• Escoge bien a tu pareja: “A veces, la persona escoge a alguien que está comprometido y ella quiere que él o ella sea fiel, pero eso no sucederá”, explica Cristiane. Es necesario observar bien el carácter y ver si tiene un historial de traiciones.

• Alerta a tu compañero(a): Dile que en caso de traición, te puede perder. En caso de que suceda, deberás cumplir tu palabra.

Es un hecho: la traición lleva a la ruina y solo genera tristeza, rencor, resentimiento. Ella provoca heridas que tardan en cicatrizar.

“Ocuparte primero de ti es algo de lo que hemos hablado mucho. No sirve dejarse llevar por el sentimiento, es imprescindible arreglarse con uno mismo. De lo contrario, puedes estar con la persona de tu vida y arruinarlo todo”, explica el matrimonio Cardoso.

Si atraviesas por este momento o en ti hay alguna desconfianza, acércate a cualquier Universal. Además de recibir orientaciones que podrían ayudarte, puedes echar mano de tu fe para sanar tu interior y así, nuevamente darte la oportunidad para ser feliz.

“Me desaparecía hasta por un mes de la casa y engañaba a mi esposa con otras mujeres”

“Mi pasado fue marcado por el alcoholismo, la drogadicción y la destrucción de mi familia. Desde los 15 años, empecé a alcoholizarme y a drogarme, todo mi dinero me lo gastaba en eso. A los 18, me casé, pero surgieron conflictos porque llegaba muy tarde a dormir, embriagado, a veces me desaparecía hasta por un mes de la casa y engañaba a mi esposa con otras mujeres.

Las veces que me reclamaba, discutíamos y, en varias ocasiones, cuando no estaba en mis cinco sentidos, la llegué a golpear hasta dejarla inconsciente. Cuando pasaba el efecto, me sentía mal por haberlo hecho. En lo económico, comencé a decaer al punto de no tener dinero para comprar comida ni para pagarle a mis proveedores, me endeudé con más de 2 millones de pesos. 

Me sentía el peor de los maridos y de los padres, por eso intenté quitarme la vida, pero gracias a Dios no lo conseguí. En ese lapso, conocí la Universal en donde, a su vez, oí hablar de la Hoguera Santa. Tomé la decisión de hacer un voto con Dios en el Altar y ese acto de fe repercutió en mí: dejé los vicios, de serle infiel a mi esposa y de maltratarla. Ella, mis hijos y yo somos muy felices.

En otras Hogueras Santas, fui bendecido en el aspecto económico: llegaron más clientes y, por consiguiente, tuve mayores ingresos. Esto me permitió pagar la deuda millonaria, abrir un segundo negocio, comprar un automóvil deportivo importado para uso personal y la casa que siempre quise. Dios me ha hecho un hombre fuerte, de carácter y lleno del Espíritu Santo”, James Vázquez.