Valor para escuchar la Voz de Dios

En estos momentos, se está viviendo la mayor campaña de transformación: la Hoguera Santa en la fe de Gedeón. Por medio de este propósito especial, las personas tienen la oportunidad de entregarle su vida al Altísimo y, así, conocer Su poder.

Gedeón y los 300

La Biblia relata que Gedeón fue uno de los jueces más conocidos de su tiempo. De acuerdo con la Palabra de Dios, hubo una época en la que los israelitas eran humillados y se escondían para no enfrentar a los madianitas (pueblos nómadas árabes de los desiertos de Siria y Arabia que robaban las cosechas y animales de Israel).

Hasta que Dios levantó a Gedeón como un líder para que salvara a Israel de los enemigos. Solo que Gedeón era un hombre miedoso, sin autoestima y no se consideraba capaz de cumplir la orden de Dios.

Al respecto, el obispo Renato explica que el Altísimo fue quien lo eligió para salvar a Israel y traer a su pueblo de nuevo a Su presencia. «Dios llamó a Gedeón de todo lo que no era: valiente, fuerte, líder, guerrero, etc. Él no hizo eso para levantar su autoestima, sino para dejarnos el ejemplo de cómo Él nos ve.

Dios nos ve por medio de Sus propios ojos y no los nuestros. Ve lo que podemos ser y hacer cuando nos aliamos con Él. Nosotros necesitamos vernos de la misma forma».

El obispo destaca que hoy en día, muchos, así como Gedeón, antes de ser elegidos, viven dominados por el miedo: «Gedeón representa a la mayoría de las personas, que están insatisfechas, inconformes con varias injusticias que les afectan, pero no se ven en condiciones de cambiar su situación».

Valor para escuchar la Voz de Dios

Muchas personas tienen miedo de entregarse al Altar y, por eso, no logran vencer sus guerras personales, pero, así como en la historia de Gedeón, es necesario que los valientes tomen una actitud y destaquen en la multitud.

Cuando Dios levantó a Gedeón como un líder entre Su pueblo, lo orientó para seleccionar y liderar un ejército. Inicialmente eran 32 mil hombres, sin embargo, después fueron excluidos los que tenían miedo, luego los que habían sido desaprobados en la prueba de la fuente y solo quedaron 300 personas fuertes.

«Esa prueba fue para separar a los valientes de los que se consideraban capaces. Los valientes fueron los que en un lugar lindo como la fuente no se relajaron. El ejército enemigo había acampado en un lugar no muy lejano de ahí», señala el obispo.

Fe de la indignación

«La Biblia está llena de personas que estaban indignadas y, a causa de eso, manifestaron la fe que Le agradaba. Usted nunca puede separar la fe que proviene de Dios de la indignación», orientó también el obispo Edir Macedo.

Es necesario que, así como Gedeón, que aun con 300 soldados logró vencer a los madianitas con un ataque sorpresa y estratégico guiado por Dios, las personas que desean cambiar de vida desarrollen la confianza, la obediencia y la indignación para lograr cambiar la situación en la que se encuentran.

«Dios no le llamó para ser un derrotado o religioso. Lleno de conocimiento, pero vacío de actitud. Él le llamó para hacer la diferencia y para que Él sea glorificado en su vida», afirmó el obispo Macedo.

Voto para los sinceros

En este momento de pandemia del COVID-19, hay un verdadero pavor mundial con relación a las consecuencias económico-sociales de la pandemia.

«Usted no debe escuchar a los profetas del caos. Ellos están «profetizando» que habrá desempleo, que la economía va a quebrar y que todo lo malo va a suceder en el mundo. Parece que están a favor de la desgracia. Usted no puede escucharlos. Tiene que elegir creer en la Palabra de Dios», constata el obispo Renato.

No sirve de nada solo participar en la Hoguera Santa, es necesario ser sincero con Dios y confiar. «Haga como Gedeón y los 300. Gedeón les dijo a los 300: «Mírenme». Los 300 podrían ver a los 22 mil que se fueron a su casa con miedo.

Podían ver a los 9 700 que fueron rechazados, a los madianitas, al hecho de que no tenían armas, podían ver a Gedeón y pensar que él estaba loco, pero ellos, al verlo, creyeron en las palabras que Dios puso en su boca», concluyó el obispo Renato.

En esta época de crisis y dificultades económicas por la pandemia, los nuevos héroes de la fe podrían levantarse en medio de este propósito de fe. Humanamente hablando, la situación actual invita a la persona a esconderse, a guardar las sobras, a acomodarse y estar a la espera de un milagro que ni ha sido provocado. Muchos planes y sueños fueron pospuestos al futuro, pero ¿acaso la única opción es ser rehén de lo que los ojos ven?

Si el pesimismo y las inseguridades imperan, entonces hay que contrastarlas con las historias de transformación que solo el Altar es capaz de contar. Todo lo que Él exige es que la persona le entregue la misma fe que Dios tiene en cada uno de nosotros.