¿Usted sabe qué significa tener comunión con Dios?

Tal vez, usted ya ha escuchado a alguien decir que es necesario tener comunión con Dios y no entendió qué significa eso en la práctica. «Comunión significa armonía en el modo de sentir, pensar, actuar; asimilación», menciona el diccionario. Sabiendo esto, es posible entender que la comunión con Dios se refiere a tener en cuenta lo que Él piensa, cómo Él quiere que usted actúe y sienta y tenga armonía con Él.

En la práctica, tener comunión con el Padre significa estar en constante contacto con Él, para saber cuáles son Sus deseos en su vida. Para detallar mejor el tema, separamos algunos tópicos para que usted entienda cómo poner en práctica e incrementar esa comunión. Vea a continuación:

1. Lea Su Palabra y póngala en práctica

Cuando usted ora, está hablando con Dios. Cuando lee la Biblia, Él es el que habla con usted. No es posible mantener una relación con una persona que no le escucha. ¿Imagine si usted se casa con alguien a quien no le importa sus opiniones? Con Dios no es diferente. Para que usted tenga lo mínimo de relación con Él, necesita, por lo menos, saber cuáles son Sus voluntades.

En la Palabra de Dios usted encuentra enseñanzas para el día a día, entiende cuáles son las cosas que Él abomina y así sabrá cómo guiar Sus pasos, después de todo, Su Palabra es luz para sus caminos (Salmos 119:105). Pero se equivoca quien piensa que solo leer es suficiente. Es necesario ponerla en práctica.

«Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos» (Santiago 1:22).

2. Orar sin cesar

«Orad sin cesar» (1 Tesalonicenses 5: 17).

Cuando la Biblia dice que debemos orar sin cesar, no significa que usted debe quedarse 24 horas de rodillas haciendo sus oraciones, sino que usted Lo tenga en sus pensamientos todos los días. Esté conectado a Él en todos los momentos.
Preséntele sus decisiones antes de tomarlas, no cuando ya no salieron bien. Esté con sus pensamientos conectados a Su voluntad todo el tiempo. Pero también tenga sus momentos con Él para desahogarse y contarle lo que siente.

3. Negarse

Cuando vino a la Tierra, el Señor Jesús dijo que para seguirlo es necesario negarse (Mateo 16, 24). Este es uno de los principios para mantener una comunión con Él. Una trayectoria a su lado requiere sacrificios y es necesario estar preparado para hacer Su voluntad.
Como ya hablamos en este texto, la relación con Dios es como una relación entre marido y mujer. Muchas veces, el hombre deja de hacer algo, porque a su esposa no le gusta y viceversa. Esta actitud garantiza que el compañerismo aumente y, consecuentemente, la comunión entre la pareja también. De la misma manera sucede con Dios. Cuando Él ve que su siervo está negando sus voluntades para agradarle, automáticamente, Él siente placer en él.

4. Continuar conociéndolo

Todavía haciendo alusión al matrimonio, una pareja se conoce aún mejor a medida que el tiempo va pasando. De la misma manera sucede entre Dios y el ser humano.

«Y conoceremos, y proseguiremos en conocer al Señor» (Oseas 6:3).

Si ya Lo conoce, necesita seguir conociéndolo. Proseguir la intimidad y la relación con Él. Cuidar su relación con el Altísimo, sin dejarla caer en la rutina o la religiosidad.

¿Quiere saber más sobre esa comunión mencionada? Participe en la «Escuela de la Fe», reunión que se realiza todos los miércoles. Participe en el Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya, o en la Universal más cercana.