Un recado para quien rechaza a Dios

Existen personas que se creen inteligentes, pero ignoran la verdad

Hay personas que ignoran la existencia de Dios. Quieren fingir que Él no existe. Y, debido a eso, no aceptan someterse a las orientaciones bíblicas.

Ellas dicen tener “pensamiento crítico” y creen que, por eso, no son ignorantes.

No obstante, es importante que reanalicen su condición espiritual delante del Altísimo.

La reflexión dejada por el rey Salomón

Durante el gobierno de Salomón, el pueblo de Israel vivió en un gran esplendor. Hasta la propia reina de Sabá decidió visitarlo, pues quería beber de su sabiduría y descubrir si eran verdades las historias que contaban con respecto a su reino.

Sin embargo, al finalizar su vida, el propio rey llegó a la conclusión de que toda su sabiduría, riqueza y logros no tenían valor. Todo era ilusión bajo el sol.

“Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia. Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu” (Eclesiastés 1:16-17).

Salomón termina su reflexión señalando lo que realmente importa en esta vida.

“… Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Eclesiastés 12:13-14).

Esclava de ilusiones

La persona que excluye al Creador de su vida no se da cuenta de que se vuelve esclava de las ilusiones de este mundo. Como, por ejemplo, de la moda, el título académico, el éxito, las amistades, la apariencia física, entre otras.

Sin embargo, no es necesario pensar mucho para notar que existe algo más en la existencia humana.

Por ejemplo, en su biografía autorizada y escrita por Walter Isaacson, Steve Jobs, fundador de Apple, concluyó lo siguiente cuando estaba cerca de la muerte: “Durante la mayor parte de mi vida he sentido que debía de haber algo más en nuestra existencia de lo que se aprecia a simple vista”.

Lo que Jobs no sabía era que la respuesta para esa cuestión está en la resurrección del Señor Jesús, tras el sacrificio en la cruz, para que fuéramos salvos de la condenación eterna en el infierno y en el lago de fuego (Romanos 10:9, Mateo 25:41).

Cuando sucede el encuentro de la persona con Cristo, por medio del Espíritu Santo, se da cuenta de que es amada profundamente.

Busque la presencia del Eterno

Para saber más sobre el Reino de Dios, participe hoy en una reunión en el Santuario de la Fe, en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya o en el Centro de Ayuda Universal más cercano a su domicilio.