¿Un cristiano puede celebrar Halloween?
Aparentemente, la fiesta es inofensiva, pero esconde una simbología maligna
Disfraces, fiestas, bromas, decoraciones. Desde hace algunos años el Halloween dejó de ser una costumbre solamente de los países del hemisferio norte. Actualmente, el Día de las Brujas, celebrado el 31 de octubre, también forma parte de las fiestas mexicanas.
Pero, a pesar de su apariencia inofensiva, la fecha tiene un significado y simbología demoniacos. Su origen empezó alrededor del Siglo V antes de Cristo, entre el pueblo celta, que vivía al norte del Reino Unido en el continente europeo.
Para ellos, el año empezaba el 1.° de noviembre y la noche del 31 de octubre celebraban el festival de Samhaim. Durante ese evento, los celtas creían que el mundo de los muertos y de los vivos se unían. Por eso sacrificaban animales y se encendía una hoguera en homenaje a los muertos.
Símbolos
La simbología de la fiesta también trae fuertes referencias a los espíritus malignos. La calabaza con una vela adentro, por ejemplo, es para apartar a los malos espíritus durante ese periodo. Fue inspirada en la leyenda de Jack O’ Lantern (un alma en pena).
Los murciélagos representan al mundo de las tinieblas, todo lo que es sombrío, nocturno; las brujas realizan hechizos promoviendo el mal en la vida de las personas; la araña, que también está muy presente en las decoraciones, simboliza la alerta de peligros.
Los colores también tienen significados: el rojo, en ese contexto, representa el pasaje entre la vida y la muerte, y el negro simboliza la oscuridad; los disfraces surgieron de la idea de «camuflarse» entre lo malo en las calles.
Incluso, la expresión «Halloween» tiene una connotación espiritual maligna, que significa «All hallows eve», (víspera de todos los santos, en inglés). Es decir, no hay manera de hablar del Día de las Brujas sin hacer referencia a la acción de los espíritus malignos en la vida de las personas.
Mezcla peligrosa
Muchas personas, incluso las que dicen ser cristianas, creen que el Halloween y otras fiestas paganas perdieron el carácter religioso y se volvieron fechas festivas y comerciales. Creen que no hay ningún problema en participar de fiestas así ya que no están haciendo nada más allá que vestir un disfraz y divertirse con amigos.
Pero, las personas con discernimiento espiritual logran ver más allá de la apariencia y no pueden ignorar que hay un mundo espiritual por detrás de todo lo que existe de material.
Además de eso, muchas cosas equivocadas a los ojos de Dios son consideradas normales para este mundo. El verdadero cristiano debe basar sus elecciones en la Biblia y no dejarse llevar por la mente de los demás.
«Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo» (Colosenses 2:8).
El apóstol Pablo también les enseñó a los corintios que no podemos involucrarnos con lo que viene de Dios y, al mismo tiempo, con lo que viene de los espíritus malignos.
«No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. […] Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica. » (1 Corintios 10:21-23).
comentarios