“Tuve que robar para poder alimentar a mi familia”
«Desde muy joven, he sido comerciante. Tenía un negocio que generaba las ganancias suficientes para vivir de manera desahogada, empleados a mi cargo, camionetas para el trabajo… Pero, de un momento a otro, comencé a perder todo. Llegué al punto de no tener dinero para pagar sueldos y el personal se fue. Como no me alcanzaba ni para comer, robé para poder alimentar a mi familia.
Mi historia se transformó cuando llegué a la Universal. Desde el primer momento, me desahogué, fue como si me quitaran un peso de encima. Ya no me sentí desamparada, sabía que Dios estaba conmigo y me ayudaría a salir adelante. Me entregué a Él, obedecí su Palabra y, cuando escuché hablar de la Hoguera Santa, participé poniendo mi mayor esfuerzo.
Los resultados no fueron inmediatos. Sin embargo, percibí que, poco a poco, mi negocio despuntaba nuevamente. Tuve que contratar empleados nuevamente. De eta forma, pude remodelar mi casa y mi oficina. Esas respuestas me motivaron a seguir haciendo propósitos de fe con Dios, las respuestas de ellos fueron que pude comprarme un auto nuevo y obtener contratos importantes.
Una fe activa en la Palabra de Dios es la base de mi éxito.» -Magdalena Santamaría
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