¡Tú no eres inferior ante nadie!

Hay personas que se la pasan confesando derrotas: “Nadie me ayuda”, “Nadie me apoya”, “No puedo contar con nadie”, “No puedo”, “Tengo miedo”, “No sé si vaya a funcionar”. También actúan como si el universo conspirara contra ellas, pareciera que tienen delirio de persecución: todo el mundo las envidia, las quiere pisotear, las odia. Gastan y ocupan gran parte de sus días solo para confesar una y otra vez ese tipo de cosas.

Gente así no llega muy lejos. Pero tú puedes decidir no ser así y, efectivamente, tienes el derecho de valorarte. Puedes encontrar un buen ejemplo en el propio Señor Jesús.

Jesucristo iba contra la corriente. Él solo confesaba cosas buenas sobre sí mismo: “Yo soy la Luz del mundo” (Juan 8:12), “Yo soy la Puerta” (Juan 10:9), “Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida” (Juan 14:6), “Yo soy el buen Pastor” (Juan 10:11). ¡Él no denigraba su propia imagen!

Lamentablemente, hay muchas personas que no hacen eso. No seas el villano de tu propia vida. ¡Tú puedes! ¡Tú no eres inferior ante nadie! Hay Alguien que cree en ti, ¡el propio Todopoderoso! Incluso, hay personas que también te valoran. Ahora, solo falta saber una cosa: tú, ¿crees en ti?