«Tomaba 35 remedios al día» 

Una de las enfermedades más comunes es la leucemia, es un cáncer en las células sanguíneas que es tratada con medicamentos, quimioterapia y en algunos casos trasplante de medula ósea. Entre sus síntomas más comunes se encuentran los sangrados, la inflamación de los ganglios, la pérdida de peso, las infecciones constantes, el dolor de huesos, la fatiga o debilidad y la fiebre. 

Esta fue una de las enfermedades que padeció Elizabeth Sifuentes, quien durante mucho tiempo paso por problemas de salud: «Tenía úlceras en el estómago, piedras en la vesícula, hígado graso y migraña. Después me detectaron anemia, luego miomatosis, pero lo peor de todo fue la leucemia. Me daban dolores de estómago, náuseas, vómito, dolores de cabeza, taquicardias, ansiedad y ataques de pánico. Tomaba hasta 35 remedios diarios». 

Con todas esas enfermedades Elizabeth empezó a tener dificultades económicas y en su matrimonio: «Ya no podía trabajar porque me daban hemorragias y por las deudas, tenía problemas con mi esposo pues los remedios eran muy caros y constantemente me tenía que realizar estudios; cuando los dos nos quedamos sin trabajo llegamos al punto de decir: “o compro el remedio o compro de comer”. 

Durante 3 años estuve con insomnio y por las noches veía el programa de televisión de la Universal, aunque solo asistí hasta que me dijeron que empezaría con las quimioterapias, pues viendo los testimonios pensé que si a ellos les había funcionado yo también encontraría la ayuda de Dios. Era mi último recurso, mi situación parecía imposible, ya había ido con diversos especialistas y no me daban esperanzas. 

Comencé a acudir a las reuniones y empecé a usar mi fe creyendo en mi sanidad; fueron 6 meses de lucha, pero poco a poco dejé de necesitar los remedios. Al volver al especialista me dijo que no entendían que estaba pasando pero que estaban disminuyendo las células malignas, 3 meses más tarde me dieron de alta. Hoy soy una prueba viva de que todavía existen los milagros. Hasta la fecha estoy completamente sana y mi economía y matrimonio se restauraron; no obstante, lo más importante es haber recibido la presencia de Dios.» 

Casos Imposibles

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Fuentes: «Leucemia», en Mayo Clinic