«Tenía ataques de pánico al estar con muchas personas» 

«Me daban ataques de pánico cuando estaba rodeada de muchas personas porque pensaba que podían hacerme algo malo; no quería salir de casa. La ansiedad me produjo anorexia y bulimia, no era por estar inconforme con mi cuerpo, sino que, por los nervios, vomitaba todo lo que comía; estaba muy delgada. El especialista dijo que podría morir por la desnutrición y me mando inyecciones muy dolorosas. Llegué al punto de escuchar voces que me decían que me quitara la vida. Todo mi sufrimiento era producto de un abuso que sufrí de niña; no lograba entender el daño que las personas podían causar.  

Después me casé y quedé embarazada a los 15 años, pero tuve muchos problemas con mi pareja hasta que su abuela nos invitó a la Universal. Desde el primer día que asistí encontré paz en Dios, por eso continué participando. Aprendí de Su Palabra y, con fe, la puse en práctica hasta que la tristeza, el miedo, la ansiedad y los problemas de alimentación desaparecieron. Incluso sanó mi interior a tal grado que perdoné a mi agresor.   

Después de unos años falleció mi esposo y mi vida cambió totalmente. En medio del dolor, comprendí que solo el Espíritu Santo me podía sacar adelante con mis hijas. Nunca me había preocupado por recibirlo, por eso fue muy difícil enfocarme en buscarlo. Sin embargo, puse todas mis fuerzas, dejé de ser explosiva y Le entregué todo mi dolor. Durante ese tiempo confié en que, mientras me dejará guiar por Su Voz, aunque mi esposo ya no estuviera, Dios estaría conmigo en cualquier situación.  

Después de mi insistencia, al fin pude conocerlo. A partir de ese momento vi la vida de otra manera. Dejándome guiar por Él, obtuve un trabajo estable y paz en mi interior. Ahora el Espíritu Santo me da fortaleza cuando los problemas son difíciles. Con Él, sé que siempre hay una salida, mientras tengamos nuestra vida en manos de Dios y permitamos que nos guie, hay una solución para todo.» – Laura Mendoza.  

Aprovecha esta invitación

No te pierdas esta reunión especial. Fortalece tu alma y tu espíritu con el banquete espiritual que tendremos este día, pues sin duda, al usar tu fe, saldrás lleno de la presencia de Dios.

Te esperamos especialmente a las 7 p. m. en Av. Revolución # 253, col. Tacubaya, alc. Miguel Hidalgo, CDMX. O en la Universal más cercana.