Tecnología: ¿uso en exceso puede afectar la salud física y mental de los niños?

El problema está en la falta de equilibrio

¿La tecnología en exceso afecta la salud física y mental de los niños? Según Neia Dutra, psicóloga y experta en temas de familia, el problema está en la falta de equilibrio.

Muchas madres no saben cómo actuar con los hijos que se la pasan excesivamente frente a la pantalla del celular.

Ese ha sido uno de los mayores desafíos de los padres en la educación de los hijos en esta era de la tecnología, en el que un niño de solo dos años (por ejemplo) ya sabe usar un celular.

Sin embargo, investigaciones indican que esa exposición excesiva a la tecnología puede afectar no solamente la vista del niño, sino también su capacidad de aprendizaje y creatividad.

«No podemos tachar a la tecnología como villana, pues es muy útil para nuestras vidas. El problema es cuando se excede su uso y, principalmente, cuando es puesta a disposición de personas inmaduras», destaca Neia.

Ella incluso menciona que los adultos, supuestamente, son personas maduras, pero muchas veces son desequilibradas en el uso de la tecnología, entonces, ¿qué se puede decir de un niño, que aún no tiene discernimiento de lo que es maléfico o no para su integridad física y emocional?

Daños físicos, emocionales y psicológicos

Además de los daños físicos provocados por la excesiva exposición a la pantalla, también existen los emocionales como la depresión, el trastorno de ansiedad y la baja autoestima. Pero, no solo son esos. «Otros problemas causados por el uso, sin supervisión, como el cyberbullying [violencia practicada contra alguien, a través de internet o de otras tecnologías relacionadas con el mundo virtual] y la pedofilia. Especialmente en este periodo de cuarentena, en el cual los niños están más conectados y, por lo tanto, más propensos a ser víctimas de pedófilos virtuales», alerta la psicóloga.

Según Neia, es responsabilidad de los padres hacer que los hijos reduzcan el tiempo que pasan en el celular, dado que ellos mismos fueron los que lo pusieron en las manos del niño.

«Dio la dosis, ahora vamos a administrar la dosificación. Porque es muy difícil que los niños vivan sin la tecnología, pero es importante que los padres logren reducir el uso de eso y supervisar lo que el niño está viendo, a fin de reducir los riesgos frente a una pantalla, en este enorme mundo que es el internet», aconseja.

Los padres deben ser participativos en la vida de los hijos

Una madre, por ejemplo, no logra quitarle el celular a su hija de 9 años y se la pasa toda la madrugada en el aparato. Ella no logra ejercer autoridad sobre su hija, siendo que la mamá debería dictar las reglas y no al revés. Y principalmente porque la mamá está allí para orientar y, sobre todo, proteger a su hija. ¿Qué hacer?

«No es castigar, quitar el celular, sino sopesar ese celular, hacer un intercambio. Estipular tiempo y horario. No es peleando, es concientizando a su hijo de que eso no es correcto, que le va a hacer daño. La mamá necesita ser más participativa en la vida de su hijo, no es solo mandar, exigir. Es participar en su vida, para saber lo que está sucediendo», aconseja.