«Si salía, los nervios me atacaban»
«Padecía depresión y los nervios afectaban mi estómago, causándome dolor y náuseas. Me daba miedo salir, solo quería estar encerrada en mi casa y mi vida era de estar dormida. Ni yo entendía lo que me pasaba, hasta me sentía anormal y frustrada por intentar salir, pero sin lograrlo. Ni especialistas ni curanderos me ayudaron, solo empeoraba, incluso llegué a pensar en quitarme la vida.
En la Universal escuché sobre el propósito del agua consagrada. Creí que, usando mi fe y obedeciendo Su Palabra, Dios haría el milagro. Al beber este elemento todos los días, le decía al Señor que me quitara la depresión y que, si había algo impuro en mí, como una enfermedad, me lavara.
Noté que me sentía cada vez más tranquila y, cuando decidí vivir en función de Cristo, todo el malestar que desapareció.» -Silvia González
Hay esperanza
Si has estado triste o tienes depresión, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar el mal del siglo.
También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.
(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.
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