Ser sedentario o activo, ¿qué es mejor para la memoria?
La OMS afirma que el 60 % de la población mundial es sedentaria
Como diversas investigaciones lo afirman, tener una mala alimentación, consumir tabaco, alcohol y no dormir bien son algunos de los factores que pueden deteriorar la memoria del ser humano. Con este dato, nos queda claro que el estilo de vida repercute directamente en nuestro cerebro.
Por ejemplo, quienes son sedentarios (los que tienen un modo de vivir inactivo), no solamente corren más riesgos de desarrollar algún padecimiento físico, sino también pueden sufrir el deterioro de las fibras nerviosas, lo que favorece la aparición de problemas cognitivos o de la memoria, causando hasta demencia o alzhéimer.
Actividad física: el plus para la memoria
De acuerdo con un estudio del Centro de Investigación del Deporte de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), hay una fuerte relación entre hacer deporte y la mejora de la memoria.
Para confirmarlo, los expertos estudiaron durante 4 años a varios grupos de jóvenes y adultos, sometiéndolos a pruebas de retención de palabras y de memoria visual.
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Con ello constataron que, quienes hacían ejercicio físico antes de las pruebas, mejoraron su capacidad de retención y de atención. El profesor de Ciencias del Deporte y responsable de la investigación, Diego Pastor, explicó que «con una sesión de ejercicio no muy larga, que active pero que no agote, las personas responden mejor a tomar decisiones o a memorizar palabras, al ser antes estimuladas con ejercicio físico».
En el estudio se explica que, durante el ejercicio intenso se produce una sustancia llamada lactato; este puede viajar por medio de la sangre y llegar al cerebro, lo que favorece que ocurran nuevas sinapsis (que es la forma en la que se comunican las neuronas) y, así, mejorar el aprendizaje.
Incluso, puede favorecer el aprendizaje de otros idiomas. Diego Pastor señala que «está estudiado que el ejercicio físico mejora la respuesta cognitiva, por lo que puede mejorar que desarrolles idiomas, que tus conversaciones sean más fluidas».
Algunas acciones que puedes realizar para recuperar la motivación para hacer deporte son:
- Elabora un plan de acción: define los días y horarios en los que vas a realizar actividad física.
- Diviértete: tal vez una de las razones por las que evitas hacer ejercicio es porque hacías algo que no te gustaba. Pregúntate qué es lo que más disfrutas (puede ser el baile, zumba, cardio, etc.) y comienza a moverte.
- Evita el exceso: de acuerdo con los especialistas, entrenar de más puede ser desmotivador. No olvides que necesita haber equilibrio.
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