Sentimiento que aísla, deprime y mata poco a poco

Actualmente, muchas personas tienen que vivir con el confinamiento y la soledad, pero esta última ha afectado a miles durante mucho tiempo. Entonces, ¿cómo lidiar con el impacto que este sentimiento genera en tu vida?

Además de la tristeza por las muertes, la pandemia del COVID-19, trajo consigo otras malas consecuencias para la población mundial. El exceso de información, el miedo al contagio, las pérdidas financieras y la necesidad de la cuarentena han hecho que muchas personas tengan que lidiar con un sentimiento que deprime y, según los expertos, puede matar poco a poco: la soledad.

La revista estadounidense especializada en salud, Public Health, publicó una síntesis de 40 estudios, que datan de 1950 a 2016, en los que se concluyó que existe una relación importante entre el aislamiento social y la soledad. Esta asociación da como resultado diagnósticos deficientes de salud mental y también aumenta las tasas de mortalidad.

Pero ¿por qué la soledad puede considerarse un problema que puede conducir a la muerte? La psicóloga Claudia Melo lo explica: «la soledad generalmente interfiere con el bienestar y facilita el desarrollo del estrés, la ansiedad o la depresión. Estas situaciones también pueden causar enfermedades físicas, ya que están relacionadas con la desregulación de la serotonina, la adrenalina y el cortisol, hormonas que afectan los sistemas inmunitario y endocrino. De esa manera, el organismo comienza a realizar sus actividades con menos eficiencia y es más probable que desarrolle enfermedades».

Por lo tanto, la persona solitaria y con depresión, por ejemplo, puede llegar al punto de renunciar a vivir. «Esto se debe a que, en la depresión, tenemos como síntomas principales la falta de placer en las cosas que antes eran atractivas y un estado de ánimo deprimido la mayor parte del día y durante períodos prolongados. La soledad incrementa el riesgo de padecer depresión y, en última instancia, llevar al suicidio», agrega la psicóloga Thalita Vargas Leite Martignoni.

Tiempos solitarios

Para el obispo Renato Cardoso, el problema de la soledad comienza cuando se desmorona la base familiar. «Cuando las personas no valoran a la familia, la consecuencia es el individualismo y el egoísmo. Después, a lo largo de la vida, la persona se vuelve solitaria. Las personas necesitan ver cuánto invierten en su relación tanto con Dios como en la vida amorosa. Una relación implica sacrificio, que es lo opuesto al egoísmo, y cuando eso se entiende, es posible vencer la soledad, sobre todo en el amor».

Además, el obispo advierte que es necesario prestarles atención a las señales porque la soledad puede ser un síntoma relevante de la depresión. «La depresión es una forma de mirar la vida, a usted mismo y al mundo, y hace que las personas pierdan la esperanza o no tengan una expectativa positiva con respecto a la vida, pero hay una solución cuando usted decide buscar ayuda».

Con el avance digital y el incremento del uso de las redes sociales, las personas se distancian cada vez más, es decir, supuestamente están más cerca por medio del internet, pero, en realidad, están cada vez más distantes físicamente. Antes del período de aislamiento social, muchos padres e hijos ya no dialogaban en casa debido al tiempo que pasan conectados a internet, por ejemplo.

Pero, ahora, el internet puede convertirse en un aliado en la lucha contra los problemas emocionales que puede causar el aislamiento social actual. ¿Cómo?

Difundiendo información inteligente para que las personas puedan cambiar sus hábitos y buscar ayuda para sus problemas. Muchos tienen miedo porque no saben qué sucederá en el futuro y, en este momento, miles están solos en sus hogares pensando en quitarse la vida.

Sin embargo, existe un arma para combatir cualquier ataque espiritual: la verdadera Fe. Es lo que necesitamos difundir. Solo Dios puede quitar el miedo y traer esperanza y paz en medio del dolor y la soledad. Esto es lo que todos necesitan ver y comprender, como nunca antes lo habían hecho.

Por eso, no dudes en buscar a Aquel que puede sanar tu dolor del alma.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.