«Se acumularon los problemas, no veía cómo salir»

«A pesar de tener una lavandería industrial, viví una situación complicada: muchos clientes se atrasaron en sus pagos y ya no recibí esos ingresos. Aunado a eso, necesitaba comprar material para el negocio, así que también fui adquiriendo deudas. En cierto momento llegó la oportunidad de firmar contrato con un cliente importante, vi eso como la esperanza para recuperarme, pero por varias circunstancias no se concretaba la firma. Por otra parte, la poca ganancia se iba en pagarles a mis trabajadores. Además, al morir, mi padre dividió un terreno y mi hermana se quedó con el único documento para establecer la división de escrituras. Intenté hablar, pero ella no cedía para resolverlo.
No veía cómo salir de ese hoyo, pero tomé una decisión que lo cambió todo: ir a la reunión de los Casos Imposibles. No fue de la noche a la mañana, no obstante, conforme fui usando mi fe en Dios, los clientes comenzaron a pagarme. Sumado a eso, el contrato que estaba trabado se concretó y saldé mis adeudos. Al final seguí perseverando y la dificultad que hubo con las escrituras se resolvió. Dios escuchó mi angustia gracias a que actué con determinación en esta reunión.» -Rosalba González
Casos Imposibles
¿Tienes una causa en la justicia sin solución? ¿Te han dicho que para tu situación no hay salida? ¿Los problemas que te rodean parecen imposibles de vencer?
Entonces, participa todos los sábados en la reunión del Ayuno de los Casos Imposibles. Te esperamos en la Universal más cercana a tu domicilio.
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