Santo Culto: ¿Cómo vivir en paz?

Todas las personas quieren paz, y esta parece cada vez más distante, pero la pregunta es: ¿cómo encontrarla? De acuerdo con lo que explicó el obispo Franklin Sanches en el Santo Culto del pasado domingo 11 de octubre, al contrario de lo que varios piensan, esta no se logra por tener algo o a alguien.

Muchos creen que no la tienen porque están estresados por los problemas matrimoniales o por el trabajo. Consideran que separándose o renunciando al trabajo la encontrarán, y hasta pueden sentir al principio una sensación de bienestar, pero volverán a sentirse infelices, le atribuirán eso a otra cosa, y así pasará sucesivamente.

Pero ¿por qué? «Los lugares, las personas o cosas que usted pueda obtener no van a traer la satisfacción del alma. Porque todo eso se acaba. Solo pueden darle momentos, pero no una condición de paz permanente. Porque uno solamente la puede conseguir cuando tiene una experiencia con el Señor Jesús», explicó el obispo Franklin.

Y el hecho de estar dentro de la iglesia no garantiza que alguien tenga la verdadera paz. ¿El motivo? La falta de la presencia del Espíritu Santo. Eso es lo que ocasiona la confusión interna, los desequilibrios emocionales, sentimentales, etc. «Pero todo eso es consecuencia del distanciamiento que la persona tiene con Dios», destacó el obispo.

Al respecto, en la Palabra está escrito:  «El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.» (Salmos 91:1).

«Ahí dice «el que habita al abrigo del Altísimo», es decir, no todos. Entienda una cosa, cuando está lejos o separado de Dios, ocasionará dentro de usted un sentimiento llamado duda. Las dudas provocan miedo, convirtiéndola en una persona insegura. Y ese miedo, esa inseguridad, provocará en su espíritu la falta de paz» refirió.

De acuerdo con lo que señaló el obispo Franklin, el gran problema es que el pecado le distancia de Dios, cuando usted vive en él, no va a tener una relación con el Señor Jesús. Y entre más distante esté de Él, más inseguro se va haciendo. El pecado condena y, en el momento que ora, su conciencia va a estar latiendo porque no creerá que Dios le va a escuchar.

«Cuando la persona no tiene una relación con Dios, vive en el pecado, genera en ella desconfianza, no logra confiar que Dios proveerá, que Él tiene el mando, que va a cambiar aquella situación. Solo cuando hay esa relación con Dios, puede vivir en paz», dijo.

«Diré yo al Señor: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.» (Salmos 91:2).

De esa manera, la persona estará protegida, ningún mal la tocará. Al estar bajo la sombra del Todopoderoso, todo lo que intenten en su contra, será frustrado: «No hay miedo, no hay preocupación porque tiene la seguridad de que Él la protege. Pero ¿por qué esa seguridad? Porque tomó la decisión de entregarse a Él, de abandonar sus pecados; entonces, la sangre de Jesús le lava de sus pecados y su conciencia empieza a estar tranquila.

Así, vivirá en la certeza de que Él estará al pendiente de usted todo el tiempo, que Él puede hacer lo que usted no puede. Pero, esto no significa ausencia de problemas, sino que incluso con dificultades, quien anda en comunión con Dios vive en paz.

Por eso vale la pena entregarle su vida Jesús, abandonar el pecado y cualquier cosa que le separa de Jesús, porque cuando lo hace, recibe una paz que nadie va a entender. Sin embargo, Él solo se la da a los que habitan al abrigo del Altísimo», reiteró el obispo.