¿Sabes cómo borrar un mal recuerdo?

No es fácil olvidar el pasado, pero es posible superar el sufrimiento provocado por las memorias dolorosas y seguir adelante

¿Quién nunca quiso olvidar una situación traumática o una pérdida? A lo largo de la vida, todo ser humano se enfrenta a frustraciones, dificultades en las relaciones y desavenencias que son difíciles de borrar de la memoria. El fin de una relación, la pérdida de un empleo, la traición de un amigo y los casos de accidentes y violencia pueden convertirse en dolores difíciles de soportar.

Algunas personas intentan borrar los malos recuerdos recurriendo a una elección peligrosa: el alcohol. Pero un estudio norteamericano publicado en la revista Translational Psychiatry muestra que no sirve de nada beber para olvidar. Investigadores de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, concluyeron que las bebidas alcohólicas refuerzan los malos recuerdos relacionados con el trastorno de estrés postraumático. Los experimentos con ratas han demostrado que el alcohol fortalece los recuerdos asociados con experiencias dolorosas.

Es decir, aunque algunos buscan el alcohol como escape, este puede contribuir a fijar experiencias negativas en la memoria. También es inútil intentar olvidar un problema recurriendo a las drogas, a las compras o incluso al consumo excesivo de alimentos. Estas elecciones funcionan solo como disfraces fugaces. Es como si la persona guardara el polvo debajo de la alfombra: al principio funciona, pero con el paso del tiempo el problema se agrava.

¿Se puede olvidar?

La psicóloga clínica Sirlene Ferreira dice que no es posible borrar los recuerdos dolorosos, pero es posible superar el sufrimiento. «La persona puede superar el dolor reelaborando los hechos y reconfigurando la mirada al dolor que tuvo en el pasado. Con la reelaboración, ella es capaz de hablar de ese evento traumático sin rencor ni desesperación», explica.

Sin embargo, para transformar un mal sentimiento es necesaria una actitud fundamental: la decisión. «Es necesario querer cambiar para cambiar, de lo contrario entramos en la zona de confort».

La psicóloga clínica Katia Horpaczky está de acuerdo con eso. «El mejor camino es el enfrentamiento, es enfrentar la situación, buscar las mejores opciones y pedir ayuda».

Perdón

Otro factor que contribuye a superar los recuerdos dolorosos es el perdón. Entonces, en lugar de cultivar las heridas de una situación dañina, Sirlene indica que perdonar el error ayuda a liberar el peso del pasado. «Cuando guardas enojo contra a una persona, se convierte en una prioridad en tu vida, piensas en él todo el tiempo y se vuelve más presente en tu vida de lo que debería. El acto de perdonar alivia y ayuda a disolver la amargura», dijo.

Por su parte, la psicoanalista y maestra en Psicología Rita Martins considera que perdonar al otro puede no ser liberador si la actitud parte de una imposición social. Por otro lado, señala que perdonarse a sí mismo siempre es beneficioso: «la culpa es la peor consejera en esos momentos», garantiza.

Con respecto a las personas que han cometido errores y cargan con la culpa, Sirlene dice que pedirle perdón a la otra persona puede ayudar. «Si una persona ha cometido algo de lo que se arrepiente, puede pedir perdón, pero debe estar preparada para ser rechazada. Esto requiere humildad y sinceridad», dice.

Hablar para superar

Para superar un evento traumático es necesario desechar las ansiedades. Así que, hablar sobre el problema es el primer paso. «Hablar de lo que nos afecta reduce los síntomas. El apoyo de amigos, compañeros de trabajo, familiares e incluso la ayuda espiritual es fundamental, así como el proceso terapéutico».

Katia refuerza la importancia del diálogo. «Hablar ayuda en la elaboración de lo que sucedió. Es parte del proceso de superación. Si la situación es muy difícil, el proceso terapéutico ayuda a la persona a volver a su eje, a tener una mejor comprensión de lo sucedido y a perdonarse a sí mismo y al otro», concluye.

Si quieres saber más sobre el perdón, entonces puedes leer: Aprende cómo perdonar