¿Sabe qué es lo que abomina el alma de Dios?

Vea cuáles son las cosas que Dios no soporta

Muchos hablan cuán misericordioso, bondadoso y amable es Dios —y realmente lo es. Se acuerdan de Sus promesas y de lo que Él puede hacer en sus vidas.

Pero, a pesar de ser compasivo y de perdonar los pecados del ser humano, hay seis cosas que el Señor odia y una, en especial, que Su alma abomina. Vea el siguiente versículo:

“Seis cosas aborrece el SEÑOR, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que se apresuran a correr al mal, el testigo falso que respira calumnias y el que provoca discordia entre los hermanos.” (Proverbios 6:16-19).

Dios abomina a quien siembra discordia entre los hermanos. Es decir, Él no soporta a los que, de alguna manera, intentan diseminar peleas entre Sus hijos.

“Él la abomina porque ya pasó por eso. En el cielo, terminó en rebelión. Lucifer estaba lleno de luz, era bello y tenía poder, pero no se conformó, envidió y quiso algo mayor que el propio Dios, que había creado el Reino de los Cielos”, dijo recientemente en su red social el obispo Gonçalves da Costa, actual responsable del trabajo evangélico de la Universal en países africanos de lengua portuguesa.

La mentira

Cuando una mentira es diseminada causando discordia y contiendas, está pensada de manera selectiva y fuera de contexto, lo cual dificulta la difusión de la verdad.

“La mentira es elástica. Usted trabaja con la mentira de manera que se adapta a sus intereses, sacando los hechos totalmente de contexto. Si Dios pudiera, habría salvado a lucifer, pero no pudo hacer absolutamente nada, excepto expulsarlo del cielo”, comentó el obispo.

Por eso, es imprescindible que el cristiano tenga filtros en lo que escucha y guarde su fe. “Cuidado con su fe. Guarde su alma y sus ojos, porque si sus ojos son buenos todo será bueno; pero si sus ojos son malos, no habrá ninguna explicación que logre convencerle sobre cualquier contienda”, concluyó el obispo.