Rechazado por todos, amado por Dios

Todos en algún momento debemos lidiar con el rechazo, ya sea en el trabajo, con la familia, en la escuela, en el aspecto amoroso o cualquier área de la vida. Sin embargo, para algunos esto es una constante, desde que tienen uso de memoria a la fecha han tenido que lidiar con él, un golpe duro para las emociones que les impide un avance en la vida.

El rechazo que sienten es tanto que, incluso, piensan lo mismo que el salmista: “Tú eres mi Dios y mi fortaleza: ¿Por qué me has rechazado?” (Salmos 43:2). Es decir, te sientes rechazado por el propio Dios.

Una investigación realizada por la Rutgers University, en Nueva Jersey, en los Estados Unidos, señala que el rechazo duele tanto como el dolor físico y que superar una decepción sentimental es como librarse de un vicio. De hecho, menciona que las personas que pasaron por una decepción recientemente, tienen dificultades para superarla.

Por otro lado, el obispo y conferencista Renato Cardoso, menciona: “Uno puede ser la mejor persona, la más competente del planeta y aun así ser rechazado. En la vida no se puede evitar el rechazo. No obstante, podemos aplicar las enseñanzas que el Señor nos dejó en Su Palabra: sacudirse el polvo y seguir adelante”.

Si ya estás cansado de ser rechazado y quieres transformar tu vida, esta es tu oportunidad. Este viernes estaremos realizando una reunión muy especial en Av. Revolución Núm. 253 Col. Tacubaya a las 7:30 p. m.

Por la fe, arrancaremos esa maldición de rechazo que ha atormentado tu vida, así podrás superar este sentimiento y así le darás paso a un nuevo presente donde las bendiciones de Dios serán derramadas.

Su fe no tuvo límites y el milagro sucedió

“Como madre, sufría mucho porque mi hija era muy rebelde y sus amistades no eran las mejores, ese comportamiento lo llevó durante tres años. Además, era atormentada espiritualmente, en las noches se le subía el muerto y su sueño era interrumpido por pesadillas. Sin embargo, las circunstancias cambiaron cuando decidí orar por ella y traer su ropa para que la consagraran. No dudé ni desistí, confié en que Dios intercedería por ella y así fue. Hoy es una muchacha ejemplar, no tiene malas compañías y no hay más tormento espiritual en su vida”, Maribel Juárez.

“A mi cuñada la atropelló un automóvil, esto le dejó como consecuencias serias complicaciones en su columna vertebral. Tenía dolores fuertísimos y le era difícil desplazarse. Los médicos dijeron que sería necesario intervenirla quirúrgicamente, pero había amplias posibilidades de que no volviera a caminar. yo no me resigné a ese diagnóstico, usé mi fe y acudí con una prenda de ropa blanca de ella, a las oraciones de los días viernes. Varias semanas estuve en esa fe, así el Señor me respondió. Ahora mi cuñada está completamente sana, no necesitó operación y recuperó la movilidad en sus piernas, camina perfectamente.”, María del Carmen Bautista.

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