Quizá tu sobrepeso se relaciona con la depresión y no lo sabías

¿Qué se puede hacer contra la obesidad?

Constantemente se ha escuchado que México tiene un alto número de personas con sobrepeso y obesidad. No obstante, las autoridades de la salud advierten que el porcentaje epidemiológico va en aumento.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, entre 2012 y 2018, el porcentaje de personas con obesidad incrementó de 71.3 % a 75.2%. De manera que 3 de cada 4 personas presentan este problema.

A parte de otras enfermedades que se relacionan con la obesidad (como la diabetes y las afecciones cardiacas), la Asociación Americana de Psicología (APA) informa que «la obesidad es acompañada, con frecuencia, de la depresión y una puede influir sobre la otra». Y agrega que las mujeres son mucho más vulnerables al ciclo obesidad-depresión:

«La depresión puede causar y ser resultado del estrés, el cual, a su vez, puede causar un cambio en sus hábitos alimenticios y actividades. Muchas personas con problemas para recuperarse de eventos repentinos o emocionalmente agotadores […] comienzan, sin darse cuenta, a comer demasiado de las comidas equivocadas o a abandonar el ejercicio. En poco tiempo, esto se transforma en un hábito que es difícil cambiar».

Por otro lado, a partir de la obesidad, las personas pueden ser más propensas a padecer depresión. Según la APA, existe una relación significante entre las mujeres con alto índice de masa corporal y los pensamientos frecuentes de suicidio.

¿Qué se puede hacer contra la obesidad?

En primer lugar, es importante buscar la ayuda de un especialista. Por su parte, la APA recomienda los siguientes consejos para tomar medidas contra la obesidad:

1. Analiza lo que comes y por qué lo comes: haz un registro de los alimentos que consumes, incluye la cantidad y el momento en el que lo haces. Registra los pensamientos que tuviste en ese momento. ¿Era porque estabas triste, molesto, estresado y necesitabas algo «reconfortante»?
2. Reduce las porciones cuando consumas los mismos alimentos. Esto te ayuda a hacer la dieta menos privativa, además, te irás adaptando para satisfacerte con porciones más pequeñas.
3. Ten en cuenta que aunque tratar la obesidad ayuda a reducir los sentimientos de depresión, la pérdida de peso nunca tiene éxito si continúas agobiado por el estrés y otros sentimientos negativos. Probablemente tendrás que trabajar tu parte emocional para resolver estos problemas antes de comenzar con un programa de pérdida de peso.
4. Es más fácil si incluyes a tu familia: intenta involucrarla para consumir una dieta más saludable. Investigaciones demuestran que quienes participan en grupo y se dan ánimo entre sí, pierden más peso que cuando lo hacen solos.
5. Elige bien a tus amigos: puedes pedirle a un amigo que te apoye moralmente cuando estés tentado a abandonar el nuevo estilo de vida.